¿Las heces de animales pueden traer enfermedades peligrosas?

Cuando se empezó a difundir que en Tucumán había una enfermedad que los médicos no podían identificar, todo el mundo comenzó a opinar. Algunas de las hipótesis apuntaban a que el origen de los síntomas era un agente extraño en los tanques de agua de la clínica, por la presencia de heces animales. La pregunta es: ¿qué tan posible es que los desechos de los animales nos enfermen de esa forma? “No es tan así”, resume ante la pregunta Daniela Miotti, doctora en Ciencias Biológicas y experta en murciélagos.

Que había excremento de murciélago, de rata, de cucaracha, de paloma... Las suposiciones fueron muchas, y en todas se volvió a responsabilizar a los animales. Para responder la consulta, la especialista es bastante gráfica: “los murciélagos, por ejemplo, conviven con nosotros. Viven en el 90% de los edificios en San Miguel de Tucumán; están en ductos de aire, taparollos de ventanas, techos de casas... Están en todos lados y no tenemos casos de enfermedades graves todos los días”, indica.

“Sí puede pasar que los excrementos de animales produzcan afecciones, como es el caso de la histoplasmosis, que se produce por un hongo presente en el guano (sustrato de excremento) de murciélago o de aves -explica Miotti-, pero no es tan fácil que el hongo sobreviva. Tienen que darse las condiciones ambientales para ello”.

Mal manejo

Miotti resalta que  aunque sí es posible que se produzcan este tipo de enfermedades, es poco frecuente. “Son muy bajas las probabilidades, y casi siempre están asociadas a un problema puntual o al mal manejo de salubridad -comenta-; pero no es imposible. En Tucumán todos los años tenemos algún caso de hantavirus o de histoplasmosis. Sucede. No son brotes, pero sí hay casos”.

“Las enfermedades que se pueden producir por las heces de los animales, en su mayoría son difíciles de transmitir entre seres humanos, por eso el contagio es bajo. Tiene que haber un foco -destaca-; y en el caso del agua, también es complicado para las bacterias. Depende de qué bacteria y en qué condiciones; algunas en un tanque de agua no podrían sobrevivir, porque por más que estén en contacto con el líquido, quizá necesiten luz o determinada temperatura”.

Pero la responsabilidad en la aparición de estas enfermedades  -dice Miotti- no es de los animales. “El error es humano -subraya-; por descuido y por  poca higiene. Si tenemos los tanques de casa abiertos pueden caer palomas muertas o puede meterse un murciélago  o, por ejemplo, volviendo al caso de la histoplasmosis, puede entrar una cucaracha. Ellas pisan el guano de las palomas o de los murciélagos, y pueden transmitir así el hongo”.

Recomendaciones

Para prevenir las enfermedades que pueden transmitirse por los desechos de los animales, hay que tomar medidas de higiene. Se recomienda limpiar pisos con agua y con lavandina sin barrer; lavar latas y cualquier elemento en el que podrían haber restos de heces; y limpiar regularmente los tanques de agua y otros recipientes (como baldes o filtros de aires acondicionados) que puedan llegar a entrar en contacto con agua y con animales vectores de enfermedades.