Brote de legionella: “Hubo falta del sanatorio y del Siprosa”

Denuncia del hermano de una víctima

08 Septiembre 2022

Margarita Zerda era una modista de 70 años que ingresó al sanatorio Luz Médica el 18 de agosto para ser sometida a una cirugía de vesícula. Las complicaciones para ella y para su familia comenzaron una vez que salió de la primera operación -tuvo tres en menos de 24 horas-, lo que la llevó a permanecer internada en terapia intensiva hasta que falleció, dos semanas después, el 1 de septiembre. Fue la tercera muerte por legionella. La familia Zerda demandó al hospital por mala praxis.

“Podían haber hecho algo más, pero la dejaron morir”, sostuvo René Zerda (foto), hermano de la fallecida. Afirmó que la paciente ingresó en buenas condiciones al quirófano, pero que en el post operatorio su sobrina detectó en Margarita un sangrado y se lo informó a los enfermeros. “Ingresó a una segunda cirugía, y tampoco quedó bien. Seguía con dolor y con sangrado, así que pasó a una tercera intervención. En 24 horas tuvo tres”, contó Zerda en una entrevista brindada a LG Play.

Luego de la tercera operación los familiares notaron en ella problemas respiratorios cada vez más severos. “Estuvo dos o tres días con la mascarilla y comenzó a necesitar más oxígeno. Recién en el cuarto día deciden colocarle respiración mecánica, porque sus hijos y mi cuñado les consultaron a los médicos”, manifestó el pariente. Durante toda esta etapa, según la familia, nunca se les informó de manera correcta el estado de la paciente. “El médico nunca dio una explicación de lo que sucedió, no dijo absolutamente nada”, indicó Zerda.

En el medio a Margarita le realizaron diversos estudios porque creyeron que padecía hantavirus y la acusaban de ser el caso cero. “Tuvimos una reunión con el director del sanatorio -que nosotros exigimos porque no había información- y sólo nos decía que se encontraba estable, pero había mucha conjetura de cosas. También la acusaban de ser el caso cero”, dijo René. Además agregó: “nos dio a entender que médicos y enfermeros que estaban atendiendo a mi hermana en terapia intensiva estaban enfermos a causa de ella”.

Entre tantas imprecisiones, la angustia invadía a los familiares de Margarita. “Nos decían que era complicado, que se iba a solucionar. No les importaba, no nos daban información ni nada que nos contuviera. El doctor nunca habló con nosotros, como profesional nunca dio la cara ni aceptó que se equivocó. Mi hermana pasó por tres cirugías”, expresó Zerda. Así fue como la familia decidió iniciar una demanda en contra de Luz Médica, que se encuentra en curso y provocó que el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) llevara a cabo una inspección en el sanatorio.

Cuestionamientos

La denuncia, entonces, nace de la falta de información y de una presunta mala praxis realizada por la clínica. Además, Zerda intuye que hay más autores involucrados. “En el Ministerio de Salud, si no actuábamos nosotros, ni se enteraban. Hubo falta no solamente del sanatorio, sino también del Siprosa. ¿El ministro tenía conocimiento de cómo estaba esa clínica? Todo edificio tiene un estado de control que se debe hacer, aún más en este tipo de instituciones”, aseveró.

“Ya nos dimos con la realidad de su muerte (la legionella), pero acá faltó mucho más. A mi hermana la dejaron morir”, repitió René. Señaló que la cirugía a la que fue sometida Margarita no era de gravedad y que, aún así, derivó en tres intervenciones quirúrgicas, problemas respiratorios y su fallecimiento. “Era una operación de vesícula, no era grave, sólo una molestia constante que ella soportaba. Tenía 70 años pero era una mujer muy activa. Ingresó bien, caminando. Ahí fue cuando se complicó: la cirugía supuestamente debería haber tardado dos o tres horas, pero duró cinco”, remarcó René Zerda.

La causa quedó en manos de la Justicia, a cargo del fiscal Pedro Gallo. “El desenlace lo va a determinar la Fiscalía. Espero que haga las cosas como corresponde -dijo Zerda-. No creo que mi hermana sea la única que falleció por esta causa (mala praxis), pero lo que sucede es que no hubo denuncia”, agregó. Comentó que no mantuvo comunicación directa con los familiares del resto de los fallecidos, pero supone que también realizarán denuncias en contra del sanatorio. “La familia está destrozada. Ella estaba bien, entró a la operación para salir y continuar con su vida”, lamentó. (Producción periodística: Bárbara Nieva)

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