Ejemplos para cuidar el agua

30 Septiembre 2022

Que los tucumanos derrochamos el agua no es ninguna novedad. Tanto la Sociedad Aguas del Tucumán como otros organismos lo vienen advirtiendo desde hace varios años. Una de esas instituciones es la Fundación Miguel Lillo que hizo un estudio y determinó que mientras en ciudades muy pobladas como Nueva York o Tokio se consumen 200litros de agua por persona al día, en nuestra provincia el consumo es de 300 litros por persona por día.

Una cifra, sin lugar a dudas, alarmante. Por su parte, la SAT informó que el consumo promedio en un hogar de Tucumán (cuatro personas) es de 900 litros por día. Ese consumo doméstico de agua potable puede aumentar en verano por el uso de las piletas o piletines y también lo hace durante el otoño por el riego de parques y jardines.

La empresa destacó que los artefactos y actividades que más agua consumen en el hogar son los tanques con flotantes rotos, piletas sin tratamiento, depósitos de inodoros, canillas rotas o con el vástago gastado, hidrolavadoras, riego de calles y jardines, uso de mangueras, lavado de vajilla y lavado de ropa a mano.

En ese contexto es esperanzador un proyecto que lleva a cabo un joven de Mar del Plata para lavar autos con agua reciclada, tema que se viralizó en redes y medios estos últimos días. Se trata de Julián Arroyo, de 26 años, que trabajó durante una década en un lavadero de autos.

Así corroboró que para lavar un auto se requieren unos 500 litros de agua por cada auto. Si se multiplica por la cantidad de vehículos que un lavadero atiende en promedio por día, la cifra resulta apabullante. Por eso, Julián creó Eco Wash, que un lava autos sustentable y el primero del país. Es un ejemplo y vale la pena destacarlo para que sea imitado en otras partes. Lo que hizo Julián es crear un sistema de acopio de agua de lluvia y luego, con ayuda de su papá, que es plomero, diseñó un sistema de filtrado para reutilizar el agua.

La empresa también empezó a usar jabones amigables con el medio ambiente, que se disuelven en una semana. El lavadero cuenta con dos fosas de acopio de agua de lluvia, con un total de 7.000 litros de agua. El líquido utilizado en el lavado de los vehículos se recupera en otras fosas, en las que se ponen decantadores.

Allí se filtra el agua y la arena y la tierra quedan en el fondo, para lo cual hay que una bomba que trabaja por nivel. Después, el agua pasa a unos tanques de 200 litros de capacidad que están llenos de piedra y arena que filtran el agua. Luego, se almacena esa agua en dos tanques de 2.000 litros cada uno, que son los que sirven de depósito. Y el ciclo vuelve a empezar al ser usada el agua nuevamente en la hidrolavadora.

Julián asegura que el proceso es simple y que el equipo no es tan costoso, sobre todo teniendo en cuenta los beneficios que proporciona. Es loable lo que este chico está haciendo por su ciudad, por el país, por el planeta, y es una actitud que debería ser imitada.

No se deberían lavar autos con agua potable ni tampoco regar. Es algo que se puede lograr tanto en el hogar como en las industrias. En la casa, por ejemplo, habría que extender el uso de los inodoros con botones diferenciados para gastar menos agua cuando no es necesario un caudal importante. Hay que tener en cuenta que el agua no es un bien ilimitado. Y si no se la cuida, puede agotarse y atentar contra nuestra supervivencia. No se trata de pensar solamente en nosotros en el presente, sino en las condiciones en la que vamos dejando el mundo para nuestra descendencia.

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