El trabajo con ONG contra las adicciones

Hace pocas semanas se convocó a un encuentro en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno a centros comunitarios, fundaciones, obras de la iglesia católica y evangelista que acompañan la lucha del Estado en la problemática del consumo de sustancias, a las cuales se les entregaron subsidios y se les prometió ayuda continua para desarrollar su tarea.

Se conformó así la Red Provincial de Instituciones Intermedias, con 49 Organizaciones no Gubernamentales y fundaciones que se dedican al abordaje de los consumos problemáticos. “Nos habíamos comprometido a darles una mejor organización a todo este esfuerzo que están haciendo”, sostuvo el gobernador interino. Por su parte, la ministra de Desarrollo Social dijo que la Secretaría de adicciones, a través de los Ceplas, descentraliza el trabajo y aumenta la capacidad de respuesta del sistema provincial de Salud, atendiendo la demanda espontánea y de forma articulada con Salud en casos en los que hace falta desintoxicación, tratamientos farmacológicos o mayor complejidad como internaciones.

Lucas Haurigot Posse, coordinador en Políticas en Adicciones, añadió que más allá de los tratamientos médicos, psicológicos o la desintoxicación que hay que llevar adelante, también hay que incluir a nivel comunitario en actividades deportivas, artísticas, de reinicio laboral. “Con estas instituciones intermedias llegamos a los barrios para dar una primera puerta de ayuda, contención y recuperación. Son muchas familias que pasaron por esta problemática y las instituciones nos pedían tener un aporte económico que les dé la posibilidad de contratar profesionales y tener elementos para los talleres”, aseguró.

Los referentes de las distintas organizaciones enumeraron las tareas que llevan adelante -los dispositivos de los Hogares de Cristo, los de los pastores evangelistas, las organizaciones como Ariadna y los centros comunitarios- para acompañar a personas que cayeron en consumos problemáticos. “Realizamos tareas de prevención con niños y adolescentes, y tareas de promoción y asistencia a personas que ya están con consumo problemático y quieren hacer su camino de salida, su capacitación para terminar estudios, tener acceso a la salud e insertarse en el campo laboral”, explicó el sacerdote de la Obra de Don Orione. El padre Juan Manuel Alurralde, de la Fundación San Jorge, de Villa Mariano Moreno, destacó que estas organizaciones no hacen tratamientos, sino que hacen contención y prevención mediante voluntariados: “esta ayuda nos permitirá incorporar de manera permanente recursos humanos idóneos: psicólogos y asistentes sociales para enfocar de manera profesional esta asistencia”.

El coordinador en Políticas de Adicciones señaló que un eje fundamental será el contacto con las distintas organizaciones. También lo será la comunión de tareas entre los distintos organismos del Estado, que trabajan distanciados, y concretar estadísticas e informes sobre consumos problemáticos, para organizar y definir la política al respecto.