La oposición prepara una cumbre para definir estrategias

Dirigentes de Juntos por el Cambio promueven un encuentro de sus principales líderes para mostrar señales de unidad

ENCUENTRO EN PILAR. Campero, Garretón, Cano, Ocaranza, Amaya y Walter intercambiaron impresiones sobre el rumbo político nacional. ENCUENTRO EN PILAR. Campero, Garretón, Cano, Ocaranza, Amaya y Walter intercambiaron impresiones sobre el rumbo político nacional.

¿Es posible sentarse alrededor de una misma mesa sin mostrar cara de perro, pensar que el que está al lado puede ser un potencial rival electo o dudar de la unidad para llegar a las elecciones con mejor estado de ánimos? ¿Es posible arrebatarle al oficialista Frente de Todos el poder, combatiendo electoralmente con menos financiamiento que un Estado puede administrar? ¿Es posible que la dirigencia deponga sus egos, sus intereses personales en pos de una causa común y colectiva para gestionar la Argentina, en general, y Tucumán, en particular? Todos estos interrogantes se plantearon el lunes pasado en un hotel de Pilar, provincia de Buenos Aires, donde un grupo de dirigentes tucumanos participó de la cumbre anual organizada por la Fundación Red de Acción Política. Durante tres horas, el dirigente nacional del PRO, Pablo Walter, el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, el secretario de Gobierno del municipio capitalino, Rodolfo Ocaranza, el diputado Domingo Amaya y los ex parlamentarios José Cano y Facundo Garretón intercambiaron impresiones acerca de cómo se presenta el escenario político nacional y provincial y las oportunidades que se les presenta a Juntos por el Cambio a raíz de lo que consideran una pésima administración del presidente Alberto Fernández, y un correlato local, con Juan Manzur y Osvaldo Jaldo a la cabeza.

¿La conclusión del encuentro? Hay chances de retomar las riendas del país, ya sea a través de Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich o cualquier dirigente radical con capacidad de gestión. Tal vez, incluso con Mauricio Macri, aunque el propio Walter puso en dudas la postulación del ex presidente de la Nación. A nivel provincial, la evaluación es prácticamente la misma, tomando como referencia que JxC tiene un piso histórico de 30 puntos, pero que pueden mejorar en la medida que el electorado observe que en la coalición hay señales de unidad, algo que se vislumbró en las parlamentarias del año pasado, cuando estuvieron a dos puntos de vencer en las urnas al oficialismo. ¿El fuerte? Aprovechar las diferencias internas que aún persisten en el Frente de Todos y las peleas que habitualmente el peronismo manifiesta en un distrito clave en todo comicio: la capital.

En una charla con LA GACETA, Walter señaló que, a nivel nacional, no existe el riesgo de la ruptura o de la falta de unidad en Juntos por el Cambio, aunque es innegable que en este proceso de construcción surgirán disputas de coyuntura. También consideró que la oposición deberá estar atenta a los constantes cambios de regla de juego que el oficialismo intenta hacer, como la suspensión de las PASO. “Hay mecanismos alternativos para definir las candidaturas sin poner en riesgo la unidad de la coalición”, remarcó. Respecto de la situación tucumana, el ex senador nacional planteó que el calendario electoral es diferente como también las reglas de juego. “Las candidaturas en el distrito podrían definirse por consenso, por internas semiabiertas o encuestas. Hay conciencia en todos los dirigentes de que no hay chances de pelear por la Presidencia de la Nación o la gobernación de Tucumán si no estamos todos unidos”. Además, la mesa nacional de JxC ha sido muy clara, en un mensaje a todos los distritos, de que no avalará que ningún partido del espacio se presente por separado. “Más allá de las ganas que pueda tener el gobernador interino, Osvaldo Jaldo, de alentar discordias y rupturas en la oposición a su gestión, en todos nosotros prima la idea de ganar la gobernación”, completó.

En la minicumbre de Pilar, los referentes de la oposición dejaron en claro que no existe proyecto político futuro ni para el intendente y líder del Partido de la Justicia Social, Germán Alfaro, ni para el diputado radical Roberto Sánchez, si todas las partes que integran JxC no logran llegar a un acuerdo programático de cara a las próximas elecciones y que ese acuerdo implique un plan de gestión a futuro. En esa orientación, los dirigentes se pondrán a trabajar en una cumbre general prevista, en principio, para la próxima semana. “Creo que, en este proceso de construcción de una oposición más sólida, el camino es sentarse a conversar, porque el diálogo no sólo es importante para nosotros que tenemos responsabilidad de gestión, sino también para la sociedad, que observará una alternativa válida para votar en 2023”, indicó a nuestro diario el intendente de Yerba Buena. En la misma línea se expresó Amaya, miembro del bloque Encuentro Federal. “La idea es que podamos tener una reunión entre todos y después decidir qué se hacen con las candidaturas. Creo que esa es la intención que tenemos todos los que conformamos Juntos por el Cambio”, expresó el ex jefe municipal capitalino.

Cano, en tanto, señaló que en el pentagrama político es fundamental asignar roles para fortalecer a Juntos por el Cambio. “En las charlas no sólo hablamos de las cuestiones políticas nacionales y provinciales, sino también de los temas que afligen a la sociedad y que este gobierno no supo dar las respuestas que la realidad demanda”, indicó el ex diputado nacional. “No nos podemos dar el lujo, como espacio alternativo al Gobierno actual, de no desarrollar estrategias y aceitar los canales de diálogo interno para llegar más fortalecidos a las elecciones del año que viene”, postuló el radical.

En las conversaciones con todos los referentes de Juntos por el Cambio hubo una coincidencia de criterios y de acciones internas: nadie puede sacar los pies del plato a ocho meses de la convocatoria a elecciones en la provincia. También destacaron que es fundamental fortalecer las gestiones en los cuatro municipios de JxC (Capital, Yerba Buena, Bella Vista y Concepción) y, de ser posible, consolidar ofertas electores en otras jurisdicciones donde la pelea peronista puede contribuir al triunfo opositor. Como ejemplo pusieron Tafí Viejo.

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