09 Octubre 2022
La "prensa rosa" se le llama al periodismo de espectáculos en España y lejos de ser suave y delicado como la flor, tiende a ir al hueso y perseguir hasta las últimas consecuencias a los protagonistas de enamoramientos, peleas, amores y también escándalos. Todo este grupo ha quedado conmovido esta mañana en ese país luego de la declaración de Iker Casillas, ex arquero de Real Madrid, a través de su cuenta de Twitter: "Espero que me respeten: soy gay. #felizdomingo", escribió Casillas sacudiendo las redes.
Rápidamente se supo que era una broma del ex jugador y campeón del mundo con la Selección Española, pero nada casual: el tuit intentó ser una respuesta (y burla) a los rumores que desde hace mucho tiempo ya en Europa circulan sobre su vinculación con una actriz llamada Alejandra Onieva.
Según contó el programa de televisión español ‘Socialité’, tuvo varios encuentros con Onieva durante las últimas semanas, unos encuentros que han ilusionado bastante al ex futbolista, indicó esta fuente. “Hablan a diario, tienen citas... Pero todavía no le han puesto etiquetas. Diríamos que se están conociendo”, aseguraron, según consta en el diario AS.
Los tuits en cuestión.
La mujer, también cansada de los rumores, intentó desmentirlo de la manera tradicional: "No entiendo el motivo de esto, son conclusiones de ustedes", aseguró.
Sin embargo, Casillas fue más allá con su posteo de esta mañana. Lo interesante es que su ex compañero de selección y rival de clubes, Carles Puyol le siguió el juego en Twitter con una respuesta acorde: "Es hora de que blanqueemos lo nuestro, Iker", contestó.
Minutos después, Casillas borró su propio tuit, aunque las capturas sobre el mismo ya estaban hechas desde hace rato.
Otros minutos más tarde el episodio se volvió aún más raro: Casillas tuiteó que le habían hackeado la cuenta. "Por suerte todo en orden. Disculpas a todos mis followers. Y por supuesto, más disculpas a la comunidad LGTB", escribió. Lo raro es que su amigo Puyol ya había participado de la supuesta broma y las disculpas parecen tener más que ver con lo fallido de la broma, que con un hackeo. Sin embargo, el protagonista fue claro.
La segunda aclaración de Casillas.
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