Por tercer año consecutivo, el aeropuerto Benjamín Matienzo no será utilizado por los productores de arándanos para realizar exportaciones desde Tucumán.
“No nos dan los números. Tenemos que competir con (las producciones de) Perú y Sudáfrica, y más adelante con Chile, pero no lo podemos hacer por el tipo de cambio. Damos un hándicap (desventaja) de un 50% del valor (internacional) frente al resto de los países competidores”, aclaró hoy Francisco Estrada, titular de la Asociación de Productores de Arándanos de la provincia (Apratuc).
“Cada vez somos menos competitivos como país por la política monetaria. Esto se ve aún más con el transporte aéreo”, añadió.
En 2020 y 2021, el sector optó por enviar sus cargamentos desde el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, o a través de los buques de cargas. En esos momentos, las compañías aéreas habían incrementado hasta tres veces sus tarifas, lo que impactaba en la logística de la terminal aerocomercial de la provincia. Ello ocurría por la alta demanda de traslados sanitarios relacionados al covid-19 y por menor disponibilidad para los contratos comerciales privados.
En 2022, a los incrementos de los costos de los fletes se le sumó “el retraso” del dólar oficial, según dijo el empresario. Hoy, la primera elección es el traslado marítimo.
Ayer, Guillermo Dietrich, ex ministro de Transporte del gobierno de Mauricio Macri, recordó vía Twitter la inauguración de la ampliación de la plataforma del aeropuerto Benjamín Matienzo, hace seis años. “Una de las primeras obras que licitamos y terminamos, más rápido de lo que nunca se había hecho”, publicó el ex funcionario nacional en la red social.
Entonces, la Nación había llevado adelante esta obra para que puedan operar vuelos de carga al máximo de su potencial y así impulsar las exportaciones tucumanas.
Las exportaciones de arándanos arrancaron a fines de julio de este año con pequeños volúmenes. En las últimas semanas las operaciones se acentuaron, condicionadas por los precios externos y la “caída de la competitividad”.
Frente a Perú y Sudáfrica
“Argentina quedará afuera de la matriz exportadora de arándanos frescos, y posiblemente de otras frutas, fundamentalmente por la decisión de la política nacional de atrasar el tipo de cambio a la mitad”, enfatizó Estrada. “No va a convenir trasladar ni en marítimo en poco tiempo”, destacó.
En esa línea, advirtió que el sector ha perdido terreno en el comercio internacional. El mercado de Inglaterra se redujo y “pocos productores locales mantuvieron sus negocios con cantidades pequeñas”. Sudáfrica ha captado esta plaza.
“Estados Unidos (EEUU) ha sido tomado por Perú, que nos dejará afuera en pocos días. De apoco nos vamos quedando sin plazas internacionales. La política cambiaria argentina está destruyendo a las economías regionales”, insistió.
La estimación de producción de arándanos en Tucumán es de unas 7.000 toneladas. Ese volumen se destinará a la industria interna y a las exportaciones de frescos y congelados. “En lo productivo es un buen año para Tucumán, en kilos y en calidad. La situación climática también ayudó”, indicó Estrada.
De todas formas, una proporción de arándanos congelados se reservará para el mercado interno, una tendencia que crece en este sector.
"Dólar soja" y “dólar arándano”
El titular de Apratuc informó que las entidades de productores de arándanos, como otras economías regionales, habían solicitado un tipo de cambio diferenciado, como sucedió con el caso del “dólar soja”. Sin embargo, el pedido fue rechazado por la Secretaría de Agricultura nacional.
“Esperábamos tener un acompañamiento oficial a raíz de la situación socioeconómica que estamos atravesando. Nos dieron vuelta la espalda, teniendo la referencia sojera. El impacto económica fiscal de los productores de arándanos es muy chico”, argumentó.