El Parque 9 de Julio, el corazón verde de San Miguel de Tucumán, es un emblema de la ciudad y un protagonista recurrente de las editoriales de este diario. Las notas dan cuenta del vandalismo y del deterioro; del robo de una estatua o de los rosales o de las eventuales obras de mejoras. En general, los trabajos de mantenimiento y de recuperación de los distintos sectores se han dado de manera desarticulada y no integral, lo que ha derivado que el espacio verde tenga diferentes caras y realidades para mostrar a los vecinos.
A medida de que el cemento de la urbe fue creciendo hacia prácticamente todo el espacio disponible, el Parque se ha convertido en un refugio no sólo para el descanso y el esparcimiento sino también para el deporte. Cientos de atletas profesionales y amateurs de diferentes disciplinas cumplen sus rutinas a diario en los sitios verdes y las caminerías. De hecho, como todo sitio público, es de los pocos emplazamientos amplios y gratuitos para las prácticas deportivas. Los espacios con las condiciones adecuadas, sin embargo, no son suficientes. En los últimos días se conoció que durante la semana pasada comenzaron las obras preliminares para habilitar una pista de ciclismo sobre la traza original del ex Autódromo, en la parte norte del Parque. La iniciativa fue de la Asociación de Ciclismo de Tucumán, que venía pidiendo al Municipio un espacio para el entrenamiento y también para las competencias.
De acuerdo informó el secretario de Obras Públicas, se acondicionará un tramo del asfalto que está muy deteriorado. Se trata de una cinta de un kilómetro y medio de largo por seis metros de ancho, frente a las tribunas. Además, en las inmediaciones se instalarán containers reciclados donde funcionarán oficinas, puestos de control y baños. Por otro lado, se destinará un sitio para puestos de comida y foodtrucks y merenderos. Los fondos y la mano de obra son municipales y los trabajos, según lo proyectado, se concluirán dentro de 60 días. La iniciativa, comentó el funcionario, forma parte de una política municipal de fomento del deporte en espacios gratuitos.
En los últimos tiempos se jerarquizó el Museo de la Industria Azucarera-Casa del Obispo Colombres y se arregló la zona del Lago San Miguel, en donde se emplazó el espectáculo audiovisual “Batalla de Tucumán- Los Decididos de la Patria”. En la lista de asuntos pendientes, sin embargo, sigue estando el Palacio de los Deportes. El anfiteatro -habilitado en 1976- está totalmente deteriorado. Pese a que hubo múltiples anuncios y proyectos en diferentes gestiones para poder rehabilitarlo y que albergue espectáculos, no se habrían conseguido fondos públicos ni privados para concretarlos. La refuncionalización del autódromo enciende una esperanza para esta estructura, cuyo potencial está desperdiciado. A 106 años de la inauguración del Parque, todos los esfuerzos y acciones para mejorarlo son valiosos pero aún falta. Este monumento histórico de gran valor merece que las promesas no sólo se anuncien sino también se cumplan.