La organización sindical global Internacional de Servicios Públicos (ISP) evaluó que más de 4.500 trabajadores de salud murieron en Brasil, entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, un período en que “el Gobierno brasileño negó la dimensión de la enfermedad” y atrasó la compra de equipos básicos para el personal sanitario. La ISP indicó que ocho de cada 10 personas fallecidas en el sistema de salud salvando vidas eran mujeres que desarrollaban su trabajo en el sistema público y en centros de salud privados del país más grande de América Latina.
Brasil, con casi 690.000 muertos, es el segundo país en decesos por la pandemia, después de Estados Unidos.
El estudio atribuye la desprotección del personal médico al “negacionismo” del gobierno del presidente Jair Bolsonaro frente a la pandemia. “Faltaron equipos de protección, oxígeno, vacunas, medicamentos. Sobraron mensajes falsos y desaforados” del gobierno de Brasil, dice el texto, divulgado en San Pablo y Brasilia.
La campaña del ISP denuncia la situación de cuatro países en los momentos más intensos de la pandemia, como Brasil, Zimbabwe, Pakistán y Túnez. “ISP, con sede en Ginebra, actúa con el sistema de la ONU en alianza con la sociedad civil y presentará el caso ante la Organización Nacional del Trabajo”, dice el comunicado.