Elecciones en Brasil: nubes en el horizonte para los productores de azúcar y etanol

Gane quien gane, la industria sufrirá, según expertos, porque ambos candidatos apoyan políticas que pueden perjudicar la demanda

BAJA. Lula y Bolsonaro quieren reducir los costos para los consumidores.  BAJA. Lula y Bolsonaro quieren reducir los costos para los consumidores.
14 Octubre 2022

NUEVA YORK, Estados Unidos.- Los productores brasileños de azúcar y etanol enfrentarán un entorno comercial menos favorable sin importar quién gane las disputadas elecciones presidenciales brasileñas del 30 de octubre, según analistas y expertos.

Los ciudadanos van a las urnas en dos semanas para una segunda vuelta entre el actual presidente de derecha Jair Bolsonaro y su rival, el ex presidente progresista Luiz Inácio Lula da Silva.

“Es malo con Bolsonaro, podría ser peor con Lula”, dijo el analista Arnaldo Correa, director de Archer Consulting.

La industria del etanol y del azúcar tuvo una fuerte recuperación tras la pandemia, ya que tanto los precios del azúcar como del etanol subieron a niveles casi récord. Pero ambos candidatos apoyan políticas que, según la industria, podrían perjudicar la demanda, ya que buscan reducir los costos para los consumidores.

Bolsonaro eliminó los impuestos federales sobre la energía y llevó a los estados a recortar otros impuestos sobre los combustibles en una táctica para aumentar sus posibilidades de ser reelegido.

Como los impuestos eran más pesados para los combustibles fósiles, el etanol perdió su ventaja de precio sobre la gasolina en los surtidores. La mayoría de los coches brasileños pueden cambiar entre el etanol a base de azúcar y la gasolina convencional.

Bolsonaro dijo que no tiene planes de restablecer los impuestos el próximo año si es reelegido, por lo que se espera que los ingenios eviten el etanol y produzcan más azúcar, lo que podría deprimir más los precios mundiales.

Lula promete, si gana, cambiar la política de precios de los combustibles en la estatal Petrobras, para bajar el costo de la gasolina, lo que podría ser peor para los ingenios, porque reduciría más los márgenes del etanol.

Durante el segundo mandato de Lula y el de la ex presidenta Dilma Rousseff, entre 2011 y 2016, el sector del azúcar y el etanol sufrió grandes pérdidas, ya que el gobierno mantuvo los precios del combustible artificialmente bajos para frenar la inflación.

Los márgenes de beneficio del etanol cayeron, junto con los precios mundiales del azúcar. Decenas de ingenios quebraron, y varios sólo se recuperaron recientemente. (Reuters)

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