Educación sexual: “aproveche la ‘suerte’ de que su hijo le haga una pregunta para hablar del tema”

El médico Álvaro Marangoni esboza algunos consejos para abordar el diálogo familiar.

QUE TODO FLUYA. Hablar de sexo puede ser incómodo pero es necesario.  QUE TODO FLUYA. Hablar de sexo puede ser incómodo pero es necesario.

Hablar de sexualidad con nuestros hijos preadolescentes suele ser una materia con más dudas que certezas. ¿Cómo empezamos? ¿Qué les decimos? ¿Aguardamos a que planteen algo o los sentamos a conversar? ¿A qué edad? ¿Cómo debe ser nuestra versión? ¿Qué vocabulario tendríamos que usar?

“Aproveche la ‘suerte’ de que su hijo le haga una pregunta para hablar. Es una oportunidad para romper barreras y acercarse”, aconseja el doctor Álvaro Marangoni, médico toxoginecólogo, docente de la cátedra de obstetricia de la Universidad Nacional de Tucumán y jefe de la Unidad de Alto Riesgo del Instituto de Maternidad y Ginecología Nuestra Señora de Las Mercedes.

“Tenemos que sacarle utilidad a esos espacios en que ellos hacen un planteo. Que los chicos nos pregunten con soltura nos puede generar hasta vergüenza; es cierto. Pero debemos romper tabués. No puede ser un momento inquietante o perturbador”, aprecia.

- ¿Cómo se les explica qué es la menstruación o una erección o cómo se hace el amor?

- Como padre, muchas veces me pregunté por dónde iba a arrancar cuando llegaran las preguntas de mis niños. Finalmente, cuando eso sucedió decidí dejar que fluya. Y fue la mejor decisión. De ese modo, uno no da más información de la que el chico necesita o pide.

- ¿Y si no preguntan nada porque tienen otras fuentes de información, como sus amigos?

- Por eso está bueno generar espacios de confianza para que pregunten. Es necesario que tengamos una escucha activa desde que son pequeños, en pos de que logremos detectar lo que requieren.

Marangoni afirma que las normas contenidas en la Ley Educación Sexual Integral (ESI) sugieren la importancia de que, en todas las edades o niveles educativos (inicial, primario y secundario), los niños accedan a información sobre los cambios en sus propios cuerpos, en primera instancia. También resalta la importancia de hablar sobre el respeto hacia el cuerpo propio y el de los demás. “Es necesario hacer hincapié en estas dos cuestiones”, insiste.

Recientemente, el especialista brindó un taller en un colegio privado de Yerba Buena. Y las dudas de los alumnos de sexto grado lo llevaron a enseñarles además que todos tenemos un reloj biológico diferente. En consecuencia, la velocidad con la que los cuerpos cambian también difiere. “Al hablar de esto, tenemos que resaltar que ningún compañero debe ser blanco de burlas”, afirma.

Finalmente, el médico destaca la necesidad de expresarse con la mayor naturalidad posible.

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