La crítica falta de residentes médicos

29 Octubre 2022

El reclamo de los residentes de los hospitales porteños por mejoras salariales y de condiciones laborales detonó un serio problema en todo el país, que es el colapso en la formación de recursos humanos en salud. La queja de los residentes ha sido la punta del iceberg del desgaste del sistema, alertado por los decanos de las facultades de Medicina del Norte Grande, que han especificado además que las condiciones de desarrollo socioeconómico de la región son peores que en otras partes del país y que eso se refleja además en la formación de médicos y de especialistas con modalidad residencia.

“En mis tiempos por cada puesto de residencia que se ofrecía había cuatro o cinco postulantes. Hoy, de los 20.000 puestos que se ofrecieron en todo el país, cuatro de cada 10 puestos se llenaron y esta es una tendencia que va así en baja desde hace al menos una década y la proyección es que esto será más crítico en muy pocos años.”, destacó Mateo Martínez, decano de la Facultad de Medicina de la UNT. “Hay un ejército que ha sido diezmado. Los médicos somos quienes más nos morimos, enfermamos y tenemos secuelas”, añadió el decano, que planteó que, así como el Estado ha generado estímulos para el campo y para el sector turismo tras el desastre de la pandemia, “hace falta un plan explícito de apoyo al sector salud en resguardo del interés de la sociedad”.

Los decanos de Medicina del Norte Grande plantearon que en la región hay ausencia o insuficiencia de oferta de atención de la salud en áreas críticas como medicina general, pediatría, tocoginecología; clínica médica, emergentología, terapia intensiva, neonatología y salud mental. Explicaron que el mercado de trabajo médico privilegia especialidades médicas que generan renta personal y empresarial, y no aquellas orientadas a atender las necesidades y demandas de las comunidades de la región y que las políticas impulsadas por el Estado Nacional son insuficientes, dada su frágil orientación hacia líneas formativas en especialidades juzgadas prioritarias; por la fragmentación existente entre las jurisdicciones, por las distorsiones del mercado laboral y por la falta de definiciones respecto de estudiantes extranjeros (ocupan el 25 % del total del sistema de residencias médicas). Advirtieron, además, que además hay una alta migración de profesionales, cuatro de cada 10, según las estimaciones. “La pandemia nos dejó entre 30 y 40% de médicos menos porque durante 2020 y 2021 muchos egresados no hicieron sus prácticas... y ahora estamos buscando la manera de convocarlos nuevamente. Por eso contabilizamos que hay un retraso en la formación del 40% aproximado”, aseguró Martínez. Los decanos añadieron que “el sistema de Residencias Médicas muestra una duración excesiva en los cursados; insuficiente congruencia entre el cursado de básicas y de postbásicas; climas institucionales tensos y con frecuencia violentos; bajos salarios en relación con las altas exigencias y sus cargas horarias; insuficiente tiempo destinado a la formación científico-técnica, entre otros desvíos”.

Se trata de un problema complejo. Concretamente, los decanos han pedido el desarrollo de una política global de salud, al menos para el Norte Grande, con eje en una política de recursos humanos que resulte de acuerdos entre todos los actores, que rescate la importancia sustantiva de las residencias; que se materialice en una profunda reforma del sistema; y que adopte medidas de acción afirmativa para las especialidades críticas y fortalezca la participación de las facultades de Medicina”. Esto es convocar a los sectores para analizar la forma de enfrentar el problema cuanto antes.

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