Negocian el paso de barcos con cereales en el Mar Negro

El bloqueo ruso a 175 buques cargados con toneladas de granos ucranianos amenaza con desatar una crisis global de alimentos. Reportan nuevos ataques con misiles

ESPERA. Buques comerciales aguardan el paso por el estrecho del Bósforo, frente a las costas de Turquía.  ESPERA. Buques comerciales aguardan el paso por el estrecho del Bósforo, frente a las costas de Turquía.
01 Noviembre 2022

KIEV, Ucrania.- El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, reabrió conversaciones con su homólogo turco, Hulusi Akar, para hablar de la suspensión del papel de Rusia en un acuerdo sobre las exportaciones de grano a través del Mar Negro, informó el despacho de Shoigu.

Akar dijo a Shoigu que era muy importante que el acuerdo sobre los cereales continuara, según el Ministerio de Defensa turco. Pero los envíos podrían volver a interrumpirse, sobre todo si las aseguradoras dejan de suscribirlos.

Moscú informó, el sábado, que suspendía su participación en el acuerdo tras un ataque a su flota del Mar Negro. Turquía contribuyó a negociar el acuerdo original, que permitió a Ucrania reanudar los envíos desde los puertos bloqueados por Rusia, en julio.

Barcos que transportan grano salieron ayer de puertos ucranianos, lo que sugiere que Moscú no ha vuelto a imponer un bloqueo, a pesar de haber suspendido su participación en un programa de Naciones Unidas para garantizar las exportaciones de cereales desde la zona de guerra.

En el 250 día de guerra, los misiles rusos caían sobre Ucrania y las explosiones resonaban en Kiev, entre columnas de humo negro.

Las autoridades ucranianas declararon que las infraestructuras energéticas fueron alcanzadas, incluso en las presas hidroeléctricas, dejando sin suministro de electricidad, calor y agua. El ejército ucraniano afirmó haber derribado 44 de los 50 misiles rusos. Pero los ataques dejaron al 80% de Kiev sin agua corriente, según las autoridades. La policía ucraniana dijo que 13 personas resultaron heridas en los últimos ataques.

Sin embargo, la reanudación de las exportaciones de alimentos desde los puertos ucranianos sugirió que, por el momento, se había evitado un acercamiento la funesta perspectiva del aumento del hambre en el mundo.

Representantes internacionales temían que Moscú volviera a imponer un bloqueo al grano ucraniano, después de que Rusia anunciara el sábado que suspendía su papel en el programa respaldado por la ONU que escolta a los buques de carga a través del mar Negro.

“Los buques de carga civiles nunca pueden ser un objetivo militar ni ser rehenes. Los alimentos deben circular”, tuiteó Amir Abdullah, el responsable de la ONU que coordina el programa.

Poco después, Ucrania confirmó que 12 barcos habían zarpado. Las 354.500 toneladas de grano que transportaban era la mayor cantidad en un día desde que comenzó el programa.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que Kiev seguiría aplicando el programa acordado con las Naciones Unidas y Turquía.

Chris McGill, jefe de carga de la aseguradora Ascot de Lloyd's de Londres, que ha suscrito muchos de los envíos hasta el momento, dijo a Reuters que su compañía estaba suspendiendo la suscripción de nuevas coberturas para los envíos a partir del lunes hasta que entendiera mejor la situación.

Los seguros emitidos anteriormente “siguen en pie”, añadió.

Los ataques con misiles de Rusia durante la hora punta del lunes repitieron una táctica que ha llevado a cabo este mes de apuntar a la infraestructura civil ucraniana, especialmente a las centrales eléctricas.

La embajadora de Estados Unidos en Kiev, Bridget Brink, tuiteó: “Al igual que millones de ucranianos, nuestro equipo de la @USEmbassyKyiv se refugia una vez más mientras Rusia continúa con sus insensibles y bárbaros ataques con misiles contra el pueblo de Ucrania en un esfuerzo por dejar el país sumido en el frío y la oscuridad mientras nos acercamos al invierno”.

Durante las últimas tres semanas, Rusia ha estado llevando a cabo una campaña de ataques contra la infraestructura civil ucraniana utilizando costosos misiles de largo alcance y baratos “drones suicidas” de fabricación iraní que vuelan hacia un objetivo y lo detonan. (Reuters)

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