01 Noviembre 2022
La Escuela Nueva Siembra, ubicada en El Cadillal, promete para sus alumnos y para la comunidad una “alternativa” a la educación tradicional. Con una metodología de cursado distinta, mediante un modelo autogestivo a cargo de los papás de los chicos, la institución sin fines de lucro promueve el arte, el deporte, la ecología y el turismo.
“Nació por iniciativa de un grupo de padres y abuelos que buscábamos para nuestros niños una alternativa de la educación tradicional”, compartió Sara Paz de Vargiu, representante legal de la escuela. Contó que la idea surgió en 2016 y que en 2018 lograron poner en marcha el proyecto con el aval del Ministerio de Educación de la Provincia.
En total son 58 alumnos divididos en nivel inicial, primario y secundario (con bachillerato en turismo) y se dividen en grupos de 15 alumnos cada uno. “Al trabajar con grupos pequeños, la evaluación no es numérica sino conceptual. Evaluamos el trayecto que realizó el alumno dándole importancia al juego, al arte y a la música. Al finalizar el cuatrimestre tenemos una etapa de retroalimentación, donde tenemos una charla con cada uno de los papás sobre el desempeño de su hijo”, dijo. Aclaró que: “al egresar, los alumnos sí tendrán una evaluación numérica, porque así lo solicita el Ministerio”. En efecto, el Ministerio de Educación a cargo de Juan Pablo Lichtmajer precisó a LA GACETA que se trata de una escuela de nuevo formato que tiene aval ministerial y que está bajo la órbita de la Dirección de Educación Pública de Gestión Privada, desde donde se brinda asesoramiento y acompañamiento.
Al ser una institución sin fines de lucro, sólo se les paga a los docentes. Para ello, al menos una vez al mes, los padres organizan colectas, bingos y otro tipo de actividades con las que puedan recaudar fondos, al tiempo que -eventualmente- reciben donaciones de terceros.
La escuela funciona en un predio de dos hectáreas que pertenece al Círculo Sardo de Tucumán, con el cual se hizo un acuerdo, con la ayuda de la Fundación Centro Pedagógico de El Cadillal.
La particularidad de la institución, es que “es y funciona como una casa”. La idea es crear un ambiente recreativo en el que se estrechen lazos y “sea como una familia”. “No hay aulas, sino que son espacios abiertos; tenemos baños que no están divididos entre varones y mujeres sino que los usamos todos; no hay pupitres, sino que trabajamos con tablones según la necesidad y algunas mesas por si los chicos necesitan escribir”, enumeró Paz.
En este marco, el objetivo principal es fomentar el contacto con la naturaleza. “Se le da mucha importancia al arte, al juego y al contacto con la naturaleza. Cuando el tiempo lo permite, damos clases debajo de los árboles o llevamos a los niños al bosquecito más cercano”, dijo a LA GACETA. Agregó que esa es la “esencia” de la institución.
Además, la metodología de enseñanza también es diferente a la tradicional; el horario escolar es el mismo, pero su organización es la que cambia. “Hay niños que están compartiendo primero, segundo y tercer grado en el mismo grupo y la maestra les asigna la tarea según la complejidad, según la edad de los chicos y sus capacidades”, explicó Paz.
Por su parte, en el secundario, el ciclo básico -primero, segundo y tercer año- conforman un solo grupo y el ciclo orientado -el bachillerato en turismo- otro. “Los títulos que vamos a otorgar (porque aún no tenemos egresados) tendrán certificación oficial como cualquier otra escuela”, aseguró.
“Las clases están dadas por docentes con títulos oficiales de las diferentes asignaturas, por lo que las materias que se dictan están previstas en el plan de estudios. Cuando los chicos egresen, van a estar perfectamente preparados para seguir cualquier carrera universitaria”, aclaró Paz. Y mencionó que, actualmente, están trabajando en las inscripciones del próximo año.
La institución, a su vez, cuenta con un espacio de huerta en el que trabajan alumnos y maestros, que también se encargan de la limpieza del sitio. El objeto es “seguir construyendo comunidades con ganas de colaborar y trabajar en equipo, formando niños y jóvenes fuertes, llenos de creatividad y amor por la vida”, cerró.
(Producción periodística: Bárbara Nieva)
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