02 Noviembre 2022
ARCHIVO REUTERS
Nuevos enfrentamientos entre bandas criminales en la prisión más violenta de Ecuador han matado al menos a dos personas, informó la agencia penitenciaria SNAI, mientras el Gobierno intensificaba las operaciones de seguridad después de una serie de ataques en reacción a traslados de prisioneros.
El enfrentamiento en la cárcel Penitenciaría en Guayaquil también dejó seis presos heridos, agregó la agencia.
El traslado de unas 1.000 personas de la prisión a otros dos centros de detención provocó ayer más de 18 ataques con explosivos y tiroteos contra la policía, matando a cinco agentes.
En respuesta, el presidente Guillermo Lasso declaró el estado de emergencia y toque de queda nocturno de 45 días en las provincias de Guayas y Esmeraldas.
La policía arrestó a 36 personas presuntamente relacionadas con los ataques y confiscó explosivos y cartuchos de dinamita.
"Hemos planificado una serie de operativos que llevaremos a cabo para precautelar la tranquilidad y la paz de todos los ecuatorianos que queremos trabajar y prosperar", dijo Lasso en un comunicado más temprano.
Lasso ha culpado repetidamente de la violencia, incluso dentro de las prisiones, a las represalias de las bandas de narcotraficantes por los esfuerzos de su Gobierno para combatirlas. Ecuador es utilizado como punto de tránsito de drogas con destino a Estados Unidos y Europa.
Al menos 400 muertos desde 2020
Más de 1.400 soldados están ayudando a la policía en Guayaquil y Esmeraldas, afirmó el ministro de Defensa, Luis Lara, y esa cifra podría crecer.
"Los equipos de inteligencia de Fuerzas Armadas y Policía están operando, también los equipos tácticos y del eje preventivo", explicó de su parte el ministro del Interior, Juan Zapata.
Horas antes, la policía de la provincia de El Oro, en el sur de Ecuador, detuvo un camión que transportaba 16.416 tacos de explosivos, 1.200 tacos de dinamita y 150.000 cápsulas detonantes, material proveniente de una fábrica en Perú.
El sistema penitenciario de Ecuador ha enfrentado problemas estructurales durante décadas, pero la violencia carcelaria se ha disparado desde finales de 2020, en hechos que dejaron al menos 400 muertos por frecuentes enfrentamientos.
La intervención en la Penitenciaría obedece a reducir el hacinamiento y mejorar las condiciones de vida de los reclusos, así como mejoras en la infraestructura de la prisión, dijo SNAI. (Reuters)
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