Coronavirus: el valor del tercer refuerzo de la vacuna

03 Noviembre 2022

Por más que nos obstinemos en hablar de ella en tiempo pasado, la pandemia sigue conjugándose en presente. Afortunadamente, se trata de un presente epidemiológicamente controlado, lo que en gran medida se debe al efecto positivo que la vacunación produjo en la aldea global. Pero que los datos se mantengan dentro de parámetros estables y alentadores no implica levantar la guardia. Al contrario; es cuando más atentos debemos estar para no ser sorprendidos por nuevos brotes, como el que padeció el país en enero pasado, justo después de las fiestas de Navidad y de Año Nuevo. De allí la importancia de cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias internacionales y colocarse el tercer refuerzo de la vacuna.

El Ministerio de Salud de la Nación acordó con las provincias avanzar con esta estrategia, por lo que ya se habilitan en Tucumán las dosis correspondientes para los mayores de 50 años y para quienes forman parte de grupos de riesgo. En todos los casos pueden recibir este tercer refuerzo siempre y cuando hayan transcurrido 120 días o más desde la inoculación anterior. Con el resto de la población se avanzará a medida que vayan cumpliendo con este paso aquellos que tienen la prioridad, de acuerdo con lo explicado por el secretario Ejecutivo Médico del Siprosa, Miguel Ferre Contreras. De paso, el funcionario advirtió que todavía hay tiempo de inmunizarse contra la gripe y de colocarse la triple viral.

“Contamos con las vacunas necesarias”, aseguró la ministra nacional Carla Vizzotti. Y fundamentó la importancia de este tercer refuerzo en el comportamiento que ha demostrado hasta aquí el virus SARS-CoV-2, ya que no tiene una estacionalidad definida como otras enfermedades. Por eso, en contra de lo que se conjeturaba, se producen aumentos de casos durante el verano, estación que ya nos aguarda a la vuelta de la esquina.

Lo fundamental es ser concientes de que la pandemia no ha concluido -lo subraya con marcador grueso la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, situación que colisiona con el estado de ánimo de las sociedades en los cinco continentes. La gente está harta de la pandemia, no quiere hablar de ella y evita por todos los medios las noticias que la involucran. Este lógico mecanismo de autodefensa emocional, producto de la angustia provocada por la aparición del coronavirus y del alivio que genera la situación epidemiológica actual, conspira contra el poder de convencimiento de las campañas de prevención. Y lo peligroso, de acuerdo con lo señalado por los especialistas, es que el advenimiento de alguna nueva cepa del virus se mantiene latente; cepas que por lo general mutan tornándose más contagiosas. Contra esto nada hay más eficaz que estar vacunado.

A mediados de octubre se reunió en Washington el Comité de Emergencias convocado por la OMS y la principal conclusión de los debates tomó la forma de una alerta: “el coronavirus sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional”. Y sigue así: “aunque la percepción pública es que la pandemia ha terminado en algunas partes del mundo, sigue afectando adversa y fuertemente la salud de la población; se mantiene el riesgo de nuevas variantes que exacerben el impacto sanitario en curso, en particular a medida que se acerca el invierno en el hemisferio norte. Todavía hay una necesidad de una respuesta internacional coordinada para hacer frente a las desigualdades en el acceso a las herramientas para salvar vidas”. El cierre del mensaje es contundente: “sigamos cuidándonos”.

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