Con una obra neurálgica, la SAT aspira a resolver el crónico problema de la falta de agua en El Corte

El gerente de la empresa proveedora anunció que repotenciarán la toma de del río Muerto. Además, mejorarán la cisterna del San Agustín y repararán un acueducto que baja de San Javier.

TOMA RÍO MUERTO. La SAT proyecta mejorar la toma de agua. ARCHIVO LA GACETA TOMA RÍO MUERTO. La SAT proyecta mejorar la toma de agua. ARCHIVO LA GACETA

Los vecinos de El Corte, en el límite entre la ciudad de Yerba Buena y la comuna de San Javier, afrontan severos problemas en la provisión de agua potable, desde hace días. Esa zona recibe el servicio desde sitios diferentes. Algunos, son provistos a través de unas tomas situadas en los arroyos Frontino y Piedras, que descienden desde el cerro. Otros reciben el agua que llega desde Anfama y alimenta una cisterna situada en la calle Los Pinos. Y finalmente los últimos (los que viven al norte de la avenida Aconquija; posterior ruta 338) se nutren de un sistema implantado en los terrenos del Hogar Agrícola San Agustín y cuya vertiente es el río Muerto.

"El problema de El Corte es crónico. Y se agrava por la sequía que estamos padeciendo, debido al fenómeno de La Niña y a la crisis climática. En esa zona y en Yerba Buena, en general, el agua potable proviene de tomas profundas y de ríos superficiales", expresa el ingeniero Augusto Guraiib, gerente de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT).

Las tomas Frontino y Piedras (esta última abastece a la zona conocida como Loma de Imbaud), por ejemplo, son cauces superficiales. En consecuencia, están secas. Literalmente secas. Por ello, el ingeniero explica que la empresa que conduce tiene previsto hacer una obra que consiste en darle más potencia a la toma del río Muerto para conducir agua desde ahí directamente a la Loma de Imbaud. Este último río contiene agua subterránea, (pese a su nombre). "La bomba que se requiere para esta obra ya ha sido comprada", confía Guraiib.

La segunda obra planificada por la SAT comprende al sistema de mejoramiento de distribución del agua potable del Hogar San Agustín -el más nuevo de ese paraje-, que fue inaugurado en 2016. Actualmente, ahí se capta agua desde el río Muerto. El líquido es trasladado hacia una cámara. Desde allí, se impulsa mediante bombeo hasta una cisterna. La distribución hacia las casas se efectúa mediante dos bombas. "Se procurará que esos aparatos estén activos las 24 horas", añade Guraiib.  

En tercer lugar, se pondrá en funcionamiento un pozo en la zona conocida como El Bosquecito. "Esto generará un tapón hidráulico; es decir, el agua que viene de El Corte no bajará", afirma. Y por último, se reparará una fuga en el acueducto que trae agua desde San Javier hacia Horco Molle.

De acuerdo a las estimaciones del ingeniero, desde el 15 de noviembre se espera que se produzcan lluvias abundantes. Con ellas, se recuperarían los caudales superficiales.

Con una obra neurálgica, la SAT aspira a resolver el crónico problema de la falta de agua en El Corte

El vecino Jorge Camps considera que vivir en El Corte o en "La Comarca" -como ellos prefieren llamar a ese sector- implica la aceptación de una vida con más limitaciones de las cotidianas. No obstante, advierte que el imponente crecimiento urbano del municipio ha generado mucha presión en la oferta de los servicios públicos. "Hace 20 años, la mayoría de las casas eran habitadas solamente los fines de semana y durante las vacaciones de verano. Hoy, alrededor del 95 % son de ocupación permanente. Se ha triplicado la cantidad de viviendas en estas últimas dos décadas", calcula.

El alumbrado público, la provisión de agua y las comunicaciones son ítems en las que se vieron muchas mejoras. Seguridad y vías de comunicación, en cambio, los anota en el apartado de los deficientes. Y el gas natural, en el grupo de  los inexistentes.

De hecho, durante años estuvieron en ocasiones aislados, debido a la precariedad del puente que cruzaba sobre el río Muerto. Hasta que finalmente fue reemplazado, a comienzos de 2020. El proyecto para demolerlo y construir otro había comenzado a ser impulsado por la Dirección Provincial de Vialidad en 2017, después de que una tormenta (en marzo de 2015) pusiera en duda la estabilidad de la estructura y desnudara los efectos de la extracción de áridos. Pero esa sigue siendo la única vía para pasar del oeste al este del río Muerto.

La necesidad de nuevas conexiones no le ha pasado inadvertida al gobierno local. Eso sí, ha quedado todavía en un anhelo. Desde 2015 existe un proyecto para la apertura de una calle que comunique el sector de la escuela República de Italia con la calle Chubut y el camino de sirga, en La Rinconada. La idea de una nueva vinculación sobre el río Muerto se enmarca en otra más ambiciosa: la construcción de una carretera de circunvalación oeste, que pondría fin a varios de los problemas viales. Esta autovía partiría en la intersección del camino de sirga y avenida Solano Vera, donde actualmente converge el tráfico de Yerba Buena, El Manantial y San Pablo. Desde allí, se prolongaría por el camino de sirga, enfrente de los barrios Los Azahares, Las Jarillas, Las Yungas y otros. Tras bordear la parte trasera del cementerio San Agustín, saldría a la rotonda de la avenida Aconquija.

Con una obra neurálgica, la SAT aspira a resolver el crónico problema de la falta de agua en El Corte

El humorista yerbabuenense Alberto Calliera, fallecido en 2020, solía escribirles en este diario a los vecinos de El Corte que, si vivían allí, no podían quejarse: cortes de agua; cortes de luz; cortes de caminos... Amén de la broma, lo cierto es que la fragilidad y vulnerabilidad de los servicios urbanos quedan en evidencia ante cada evento extremo de la naturaleza. Y a juzgar por las previsiones, la crisis climática llama a las ciudades del mundo entero a mitigar sus efectos o a padecerlos.

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