La revista Nature publicó tres imágenes correspondientes al momento exacto en el que explota una supernova. La estrella (que tenía un tamaño 500 veces mayor que el Sol y que explosionó hace 11.000 millones de años) fue captada en tres momentos diferentes por el telescopio espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA).
Esta es la primera vez que se lograr observar una explosión estelar que data del comienzo de la historia del Universo, y además, en una de sus primeras, lo que sin dudas, coopera con la comunidad científica para saber más sobre la formación de estrellas y galaxias en el universo primitivo.
“Es bastante raro que se pueda detectar una supernova en una etapa muy temprana, porque esa etapa es muy corta”, explicó Wenlei Chen, primer firmante del trabajo e investigador en la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Minnesota. “Sólo dura de unas horas a unos días, y puede pasar desapercibido fácilmente incluso para una detección temprana. En la misma exposición, hemos sido capaces de ver una secuencia de imágenes, como las múltiples etapas de una supernova”, agregó.
¿Cómo es el telescopio que capto la explosión?
El telescopio Hubble ha captado en una sola imagen tres momentos únicos de la explosión de la supernova a lo largo de diferentes fases, que llegaron a la Tierra al mismo tiempo. Esta imagen se ha conseguido gracias al fenómeno llamado lente gravitacional: cuando un cúmulo de galaxias, con una masa miles de veces la masa de nuestra galaxia, amplifica la luz que se produce en objetos que están muy alejados y alineados justo detrás del cúmulo. Funciona como lo haría una lente, aumentando la luz que nos llega de la supernova, haciéndola visible para el telescopio espacial.
De esta forma, el cúmulo de galaxias Abell 370 actuó como si fuera la lente, magnificando la luz de la supernova lejana, que se situaba detrás del cúmulo. Las imágenes ampliadas por esta lente tomaron tres rutas diferentes a través del cúmulo, debido a las diferencias de longitud en los caminos que siguió la luz de la supernova, a la ralentización del tiempo y a la curvatura del espacio por la gravedad predicha por Albert Einstein.
"Debido a que la luz tarda tiempos distintos en viajar por estos tres caminos, la imagen captada por el Hubble muestra tres instantes de la explosión en una sola imagen. Entre estos tres instantes, uno de ellos corresponde a solo unas horas después de la explosión", explicó José María Diego, investigador del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-UC).
Además, el telescopio ha captado los cambios de temperatura de la supernova, que se observan con la variación en su color. Cuando es más azul, más caliente es la supernova, y a medida que se enfría su luz, se vuelve más roja. "Se ven diferentes colores en las tres imágenes", afirmó Patrick Kelly, líder del estudio y profesor en la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Minnesota. "En el núcleo de la estrella masiva se produce un choque, se calienta, y luego ves que se enfría. Es, probablemente, una de las cosas más sorprendentes que he visto nunca", destacó.