El año de Los Pumas merecía un final mejor

El seleccionado argentino pagó sus indisciplinas con una goleada a manos de Escocia (52-29) en Murrayfield, en el cierre de la gira por Europa.

 NO PUDO SER. Los Pumas cayeron ante Escocia en el cierre de la gira por Gran Bretaña. Foto tomada de Twitter: @lospumas NO PUDO SER. Los Pumas cayeron ante Escocia en el cierre de la gira por Gran Bretaña. Foto tomada de Twitter: @lospumas

Que dos semanas después de haberle ganado a Inglaterra en Twickenham Los Pumas hayan cerrado el año cayendo por goleada a manos de Escocia (52-29) funciona como perfecta alegoría de lo que son hoy en día: un equipo que todavía está en obras de reconstrucción y que aún tiene varias cosas por mejorar de aquí hasta el 9 de septiembre, día del debut en el Mundial del Francia. Precisamente frente a Inglaterra, que a juzgar por lo que se vio en este cierre de temporada tampoco es el equipo apabullante que llegó a la final en Japón 2019.

Lo que pasó en Murrayfield fue algo atípico, sobre todo a partir de la válvula que transformó un partido en otro: la expulsión de Marcos Kremer. Hasta entonces, el trámite era repartido, como lo había sido en líneas generales en los tres tests contra el "Cardo" a mediados de año en Jujuy, Salta y Santiago del Estero. Las formaciones venían bien, la defensa lucía ordenada y paciente al punto de defender una jugada de casi 20 fases cerca del ingoal sin caer en infracciones...hasta que a Kremer (una bestia para tacklear, a veces muy cerca del límite) se le salió la cadena y metió un topetazo de fútbol americano directo a la cabeza de un rival al limpiar un ruck. Roja y a las duchas.

A partir de ese momento, Escocia tomó valor y dominó pelota y territorio con claridad ante una defensa que se deshilachó. Caótica y sin los tackles del rosarino (sumado a la gran cantidad de tackles fallidos del resto), fue empujada hacia atrás con la profundidad de los backs escoceses (Darcy Graham estuvo intratable) y la impecable conducción de Finn Russell. El 10 se hizo un picnic, aunque también tuvo a favor la vista gorda del árbitro Karl Dickson en algunas jugadas finitas que merecían TMO.

A pesar del desconcierto, la decisión de jugar al line en lugar de pedir palos cuando se tuvo un par de penales a favor dio sus frutos, y el segundo intento terminó en el try de Matías Alemanno. Y así, el parcial del entretiempo (19-15) tenía a Los Pumas más cerca en el tanteador de lo que habían estado en el juego.

El tercer try de Graham, apenas iniciado el complemento, confirmó que a Los Pumas les iba a ser muy difícil defender con uno menos. La única posibilidad de remontar era teniendo la pelota y utilizándola con criterio y precisión, con las manos y los pies, pero al partido discreto de Gonzalo Bertranou se le sumó una actuación muy errática de Santiago Carreras. Que el cordobés es un crack como fullback o wing nadie lo puede discutir, pero a esta altura ya nadie puede explicar por qué se lo sigue forzando como apertura, puesto que no le es natural y que no ocupa en Gloucester. Está bien que Nicolás Sánchez haya jugado poco en el último tiempo a causa de las lesiones, pero también está Tomás Albornoz, un 10 de raza que ha tenido mucho menos minutos de los que merece. Eso sin contar que a Domingo Miotti nunca lo volvieron a llamar y que Benjamín Urdapilleta fue recuperando su mejor nivel en Castres. De todos modos, el regreso de "Cachorro" ayer después de haber estado marginado casi todo el año por dolencias es una gran noticia, aunque no haya podido mostrar su mejor versión en Murrayfield.

Si con 14 era difícil, las amarillas sucesivas a Matías Alemanno y Tomás Lavanini en el segundo tiempo dejaron a Los Pumas con tres hombres menos, una desigualdad demasiado grande en este nivel. Así y todo, si algo cabe rescatar, es que esa desventaja los obligó a defender con mayor agresividad y hasta lograron marcar un try, firmado por Emiliano Boffelli pero posibilitado por el tucumano Matías Orlando, atento para capturar una pelota suelta, filtrarse por el medio y asistir al ex Duendes. Al final, en ese lapso de 15 contra 12, el saldo fue un try convertido por lado. Negoción para Los Pumas.

De todos modos, el partido ya era un desmadre, con Los Pumas aguantando como podían y agotando sus últimas fuerzas en tacklear sin parar. Eso no se podía sostener por mucho tiempo, y Escocia lo liquidó con una serie de tries que ya cayeron por decantación. De todas maneras, es digna de elogio la actitud de Los Pumas de cuidar la última pelota como si fuera de oro para tratar de llegar a un try que no iba a cambiar nada, solo hacer más corta la goleada. Lo firmó Ignacio Ruiz, pero fue de todos.

No fue el final de año que Los Pumas esperaban, claramente, pero tampoco cabe desconocer los avances de juego y de actitud que mostró el equipo a lo largo de este primer año de Michael Cheika como head coach. Los triunfos sobre Australia en San Juan, sobre los All Blacks en Christchurch y sobre Inglaterra en Twickenham fueron posibles gracias a la mejora en las formaciones y en la defensa (a pesar de que todavía le queda mucho por mejorar), a las variantes ofensivas y a la consolidación de jugadores como el tucumano Thomas Gallo, Emiliano Boffelli y Juan Martín González, solo por citar algunos.

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