25 Noviembre 2022
Ratifican a María Eugenia Capuchetti al frente de la investigación por el intento de magnicidio
La Cámara Federal porteña confirmó a la jueza María Eugenia Capuchetti al frente de la investigación por el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, tras rechazar hoy una recusación planteada por la querella de la vicepresidenta.
“Por el momento no se desprende en el marco de estas actuaciones, acto alguno por parte de la magistrada interviniente que pueda inferir un objetivo y concreto dato de parcialidad”, concluyó el camarista Leopoldo Bruglia al rechazar el planteo. La jueza se había apartado el miércoles 23 de noviembre de la causa, pero ahora la Cámara la ratificó en el cargo.
De esta manera, La Justicia rechazó la recusación de la vicepresidenta para apartar a la jueza. Igualmente consideró parte del planteo de la querella y ordenó una serie de medidas que se deberán profundizar para esclarecer una de las pistas que salpica al diputado del PRO Gerardo Milman, a quien le atribuyen haber dicho dos días antes del ataque, en un bar: “cuando esté muerta yo voy a estar en la costa”.
Entre esas medidas, dispuso que declaren dos diputados del Frente de Todos para saber qué saben de esa hipótesis. La jueza o el fiscal Carlos Rívolo deberán llamar a declarar nuevamente al testigo Jorge Abello, que escuchó esa frase; citar a su jefe, el diputado santafesino Marcos Cleri; y a otro cliente del bar Casablanca que estaba en ese momento en el lugar, el diputado del Frente de Todos Mario Leito.
¿Qué decía Cristina Kirchner sobre la jueza?
La vicepresidenta acusaba a la jueza de demorar y no investigar adecuadamente el caso. La recusación la presentó el mismo día que el fiscal Diego Luciani volvía a hablar en el juicio por la presunta corrupción en la obra pública vial.
Para pedir el corrimiento de la magistrada frente al expediente, Cristina Kirchner dijo: “Estamos ante una de las causas más relevantes de nuestra historia democrática, y necesitamos que la investigación esté liderada por alguien voluntarioso y que las decisiones las tome un juez imparcial, comprometido con la verdad y la justicia, y no con no molestar a quienes no hay que molestar”.
En el escrito con el que buscó recusar a la jueza, manifestó que si esta instrucción la completa María Eugenia Capuchetti, “todos seremos noveles Sócrates que solo sabremos que no sabemos nada. Pero no por un ejercicio de mayéutica, sino porque la instrucción habrá estado a cargo de alguien que ni sabe ni quiere investigar”.
La principal molestia de la querella con la jueza fue su rechazo a la pretensión de conectar el caso con Revolución Federal.
La magistrada al desestimar el planteo de recusación dijo: “Las afirmaciones realizadas por la querella no logran traspasar el plano de conjeturas”. También señaló que “no se advierten fundamentos serios o razonables que den sustento a la sospecha de imparcialidad alegada”. Más bien, desliza, “se pretende la utilización de estos mecanismos de excepción, por el mero desacuerdo con ciertas decisiones adoptadas en la causa”.
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