Europa critica la expansión de China en América Latina

Según medios alemanes ”crece el rechazo” en países de la región ante el “hambre” de Pekín por materias primas

POLÍTICA. Xi fue reelecto como líder del Partido Comunista Chino y lo será como presidente.  POLÍTICA. Xi fue reelecto como líder del Partido Comunista Chino y lo será como presidente.
03 Diciembre 2022

BERLÍN, Alemania.- La agresiva estrategia de expansión comercial que lleva adelante China, y su falta de adhesión a los “buenos modales” diplomáticos con los que Europa tiene aceitados mecanismos, está acelerando la alarma sobre el papel de América Latina en esa política.

Mientras en China la opinión pública no se entera del problema, en América Latina crecen las críticas al hambre de Pekín por las materias primas y la producción de alimentos. Los países de la región que, en un momento, vieron a las inversiones chinas como una salvación para sus deterioradas economías, despiertan a la realidad de la desigual relación de fuerzas con el gigante asiático.

En el caso de las explotaciones mineras, el balance medioambiental, destaca el medio estatal alemán “Deutsche Welle”, es catastrófico, y hay informes de que se violan escandalosamente los derechos de los mineros.

Un ejemplo de ello es el de la mina de oro de Mayaya, en el norte de la capital boliviana de La Paz. La mina, cerca del río Kaka, opera sin parar.

El oro se extrae las 24 horas del día, explotado por cooperativas bolivianas. Pero, detrás de ella, están en realidad los propietarios chinos, según la prensa local. “El saqueo del oro boliviano: empresas chinas se esconden tras cooperativas mineras”, titula el diario boliviano “El Deber”.

El ansia de China por las materias primas se cuestiona cada vez más en Bolivia, según la cadena alemana: “Los chinos se llevan todo y no dejan nada para el pueblo, pero el Gobierno no dice nada”, dijo al periódico un hombre que no quiso revelar su identidad.

Además, la toxicidad de las explotaciones mineras está envenenando a los indígenas bolivianos. Según el Centro de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), los habitantes de cinco pueblos indígenas que viven en el Parque Nacional Madidi tienen niveles tóxicos de mercurio en el cuerpo. Se presume que son víctimas de la contaminación provocada por el mercurio usado para extraer oro. La intoxicación llega, según las investigaciones, través del consumo de pescado, contaminado a través de las aguas envenenadas.

El gran depredador de los mares

“Es un desastre”, dice a DW el escritor, periodista y experto en América Latina y China Juan Pablo Cardenal, actualmente en Taiwán. “A los chinos no les importan los daños ambientales, sociales y laborales de sus proyectos, y los países receptores tampoco revisan los proyectos chinos”, asegura.

Desde que, en 2017, Ecuador detuvo el barco chino Fu Yuang Yu Leng 999 con 300 toneladas de pescado, incluyendo 6.620 tiburones, se disparó la preocupación de que China está depredando en los mares de América Latina.

Países como Perú, Chile y Ecuador, decidieron hacer transparentes sus datos del Vessel Monitoring System, (VMS), que provienen de un sistema automatizado de seguimiento por satélite de los buques pesqueros.

La organización ecologista Global Fishing Watch comenzó a controlar la flota de calamar en 2019. “Los países querían obtener más información sobre los movimientos y la ubicación de los buques de pesca de altura que normalmente operan cerca de sus zonas económicas exclusivas”, según dijo la organización.

De ese pedido de información surgió que la pesca del calamar en las costas sudamericanas está completamente en manos de China. El 98,7% de la flota pesquera de calamares que navegó en aguas internacionales frente a la costa de Sudamérica en 2021 tenía bandera china.

Los pescadores locales son impotentes ante el poderío de la flota pesquera china. Sus buques ya no hacen escala en puertos de Centroamérica o Sudamérica y los transbordos en alta mar son prácticamente imposibles de controlar, agrega la organización ecologista, Greenpeace.

En Argentina, el presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Sergio Massa, pidieron a Pekín que equilibre las relaciones desiguales, según el diario “Clarín”.

El déficit comercial de Argentina con China ronda los 8.000 millones de dólares anuales. El total acumulado desde 2013 hasta la fecha alcanza los 57.000 millones de dólares. El monto equivale a la deuda externa de Argentina. Por ello, Fernández y Massa buscan una vía para reordenar una relación comercial “de la que hasta ahora sólo se ha beneficiado China”. (Especial)

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