En Alpachiri se normaliza el suministro de agua pero se los vecinos insisten en que no es potable

La delegada comunal aceptó el desafío de los pobladores y probó el agua de la zona; luego tuvo problemas gastrointestinales

SÓLO PARA LAVAR . Según los vecinos, el agua aún mantiene una turbiedad mínima y ningún organismo sanitario se expidió acerca de si es apta para consumo.  SÓLO PARA LAVAR . Según los vecinos, el agua aún mantiene una turbiedad mínima y ningún organismo sanitario se expidió acerca de si es apta para consumo. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

El suministro de agua comenzó a normalizarse en Alpachiri pero aún no sería potable. Según los vecinos, aún mantiene una turbiedad mínima y ningún organismo sanitario se expidió acerca de si es apta para consumo. La gente, mientras tanto, la utiliza solo para las tareas de limpieza en sus hogares y beben líquido adquiridos en comercios.

En las recientes protestas que protagonizaron los pobladores con cortes en el tránsito de la ruta nacional 65, que pasa por el pueblo, la comisionada comunal, Fernanda Cano, fue desafiada a tomar el agua que se había extraído de un grifo y que ella aseguraba que era potable. Bebió dos tragos. Aunque ahora se encuentra afectada de un problema gastrointestinal, su cónyuge y ex comisionado comunal Juan Manuel Moreno, aseguró que lo que ésta padece es una diverticulosis o inflamación intestinal producto del momento de estrés que enfrenta. No tendría nada que ver con el líquido que consumió.

Sin embargo para los pobladores “no es casualidad que la funcionaria se haya enfermado luego de beber el agua que a simple vista estaba contaminada”. “No pensábamos que la iba a tomar, pero lo hizo para tratar de desmentir lo que era patético”, sostuvo Fernanda Carrizo, una de las vecinas que reclaman agua potable para el pueblo.

En la escuela Juana Azurduy se instaló un dispenser con agua para el consumo de los alumnos y docentes. Una autoridad del establecimiento dijo que la provisión de líquido es normal en el establecimiento, aunque la comuna instalaría una bomba eléctrica a fin de reforzar el suministro en los tanques y garantizar el funcionamiento de los sanitarios.

La madre de un niño, que solo se identificó como Josefina, dijo a LA GACETA que desde la dirección del establecimiento se lanzó la idea de que cada padre contribuya en la adquisición de bidones con agua aportando una cantidad determinada de dinero. “Es a las autoridades del Gobierno a quienes se tiene que exigir que garanticen el suministro de agua potable a los chicos. Pero los maestros parece que les tienen miedo. Nosotros apenas a veces tenemos para comer”, planteó la mujer.

Pozo surgente

Moreno, ex comisionado comunal y actual funcionario del Ministerio del Interior, exhibió en Alpachiri dos tanques de agua subterránea de 40.000 litros cada uno. “Es de reserva y se llena con un pozo que produce 1.500 litros por hora”, aseguró. En horarios críticos refuerza el servicio en el pueblo.

“En estos momentos la provisión se está normalizando y ya no hay escasez”, apuntó. Explicó que el origen del problema se presentó en la planta potabilizadora que al recibir el agua muy turbia expulsaba 10.000 litros por hora. “Ahora lo está haciendo con 40.000 litros, que es la capacidad normal con la toma del río Medinas. Y de forma urgente se ha solicitado a la gente del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (SEPAPyS) que venga y tome muestra del líquido. Estamos esperando respuesta”, sostuvo Moreno.

Aunque aseguró que los análisis se los hace todos los años, un empleado técnico del organismo estatal interpelado en la protesta por los vecinos, dijo que el último registro de análisis del agua se remonta a dos años atrás. “El problema comenzó con una rotura de un caño de hierro bajo el puente del río Chirimayo. Nos demandó medio día repararlo. Después a la noche cuando lo arreglamos, una creciente que bajó de Las Estancias nos rompe la toma. Al día siguiente cuando logramos restablecer la provisión nos .quedamos sin luz dos horas. A la noche llegó otra creciente. La correntada era muy turbia y la planta no producía la cantidad suficiente de agua”, explicó el funcionario.

“La cisterna de la planta se llenaba en 12 horas y en cuatro quedaba vacía. Entonces todo el sistema no tenía presión”, añadió. Moreno admitió que “el reclamo estuvo justo en un principio, pero se trabajó para reparar el problema”. También advirtió que en los cortes de rutas “apareció el tinte político y se empezó a agitar a la gente, sacando a la luz análisis de agua del año 2004 mediante el cual se la asustaba con registros de contaminación”. Los vecinos insisten en la necesidad de que el agua se extraiga de pozos surgentes y no de cauces que cada vez que llueve se impregna de lodo.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios