Marcelo Rubino
DT de Almirante Brown de Lules
Argentina sufrió mucho, demasiado. Pero lo más hermoso es que se clasificó, que pasó a las semifinales de la Copa del Mundo. Y eso es algo importantísimo.
Creo que la Selección no debió haber sufrido tanto para asegurar su clasificación. El primer tiempo fue muy trabado, cerrado, casi no hubo jugadas de gol, hasta esa genialidad de Lionel Messi; en la que se sacó la marca de encima y puso un pase milimétrico para exquisita definición de Nahuel Molina.
La ventaja era merecida porque Argentina era el que más había insinuado durante una primera mitad en la que no había pasado demasiado.
Es más, el planteo de la Selección había sido perfecto hasta el minuto 82. Países Bajos casi no había generado ninguna situación clara hasta ese momento. Pero Lionel Scaloni decidió realizar dos cambios en defensa y el equipo no se terminó de acomodar. Y lamentablemente el rival descontó en un momento clave del partido.
A partir de ahí, Argentina se cayó, los nervios la dominaron, no se logró acomodar nunca en el campo de juego y en una jugada de pizarrón, cuando todos pensaban que iban a rematar directo al arco en el tiro libre y cuando el partido ya se terminaba, llegó el empate de Países Bajos.
En el suplementario el trámite fue casi igual al de la primera parte del duelo. Los neerlandeses, que son un equipo sobrio y “frío”, sufrieron mucho el desgaste que habían hecho durante el segundo tiempo para llegar al empate.
Creo que Ángel Di María debió haber entrado antes. Ese cambio se demoró demasiado. Su sola presencia “activó” a la Selección, que estuvo muy cerca de ganar el partido durante la parte final del tiempo extra.
No debió sufrir demasiado para sellar su clasificación. Creo que sucedió eso porque Scaloni se apresuró en los cambios; no debió haber cambiado defensor por defensor. La verdad es que no entendí esas modificaciones y eso permitió que el rival creciera.
Por suerte, en la definición por penales apareció todo lo mejor del equipo. Gracias a la intuición de Emiliano “Dibu” Martínez, que volvió a ser determinante en una definición, logró el pasaje a semifinales. Es un paso importantísimo, Argentina está entre los cuatro minutos y eso es algo clave.
Ahora deberá seguir creciendo y tratando de evitar esas desconcentraciones que le costaron caro.