A pesar del socavón, el camino hacia los Valles Calchaquíes volvió a habilitarse

Desde ayer se dispuso la normal circulación de vehículos a la altura del kilómetro 36. Cómo se procederá a futuro con las reparaciones.

EN ALTA MONTAÑA. Las lluvias concentradas en ciertos sectores produjeron hasta 140 milímetros de agua y desprendieron bastantes sedimentos. LA GACETA / FOTO DE Osvaldo Ripoll EN ALTA MONTAÑA. Las lluvias concentradas en ciertos sectores produjeron hasta 140 milímetros de agua y desprendieron bastantes sedimentos. LA GACETA / FOTO DE Osvaldo Ripoll

Pasar del intenso calor a las lluvias que ocasionan daños en el trazado vial se volvió una mala costumbre en Tucumán. El sábado, un temporal azotó a diferentes localidades de la provincia y provocó que cayeran -en menos de una hora- entre 20 y 140 milímetros de agua según las zonas. Como resultado, el oeste de Monteros, Famaillá, La Cocha y Alberdi se vieron afectados, teniendo que actuar en el lugar Defensa Civil para socorrer a las familias.

Otra de las complicaciones ocurrió sobre la Ruta Provincial N° 307, camino a Tafí del Valle. Además de sufrir cinco deslaves (debido a la crecida del río Los Sosa) alrededor del kilómetro 36 de este sendero se produjo un importante socavón que dejó inutilizable una parte del trayecto. Para resolver la situación, el Gobierno interrumpió el domingo cualquier ascenso vehicular hasta los Valles Calchaquíes. Esto sumado a la realización de un operativo de seguridad para lograr que los turistas o ciudadanos que habían ido a disfrutar del fin de semana en las villas veraniegas cercanas lograsen retornar a sus hogares sin riesgos.

Ayer, a partir de las 7, finalmente este tramo (próximo a la zona de El Aluvión) volvió a habilitarse para que los autos y colectivos logren circular en ambos sentidos. “Estamos tratando de que el flujo vehicular vuelva a normalizarse. El mayor problema lo tuvimos el domingo debido a la cantidad de gente que había en los Valles. Actualmente, Vialidad trabaja haciendo un soporte sobre la parte del río para lograr que el camino se encuentre estable”, indicó Fernando Torres, director de Defensa Civil provincial.

A partir de ahora, las tareas estarán enfocadas en volver a construir la parte de la ruta que se derrumbó. Por fortuna, ese tramo correspondía a una ampliación que se hizo posteriormente y es viable su reconstrucción.

“Sin embargo, debido a las características de la ruta, resolver el asunto va a llevar algo de tiempo. Reconstruir la calzada requiere de un largo proceso en el cual hay que evaluar las condiciones del terreno, volver a rellenar el socavón, levantar estructuras y secar gaviones. Las obras de reparación ya iniciaron, pero es necesario contemplar estos factores porque hace poco fue el lanzamiento de la temporada de verano en Tafí del Valle”, comentó el ministro de Obras y Servicios públicos Fabián Soria.

En otro de los segmentos de la Ruta Provincial N° 307 también se llevaron adelante trabajos de pavimentación. “Actualmente cualquiera que lo desee puede subir o bajar sin mayores dificultades por el sendero. Se tomó la decisión de que los controles viales van a seguir y además se armó un dispositivo de seguridad con iluminación y cartelería de advertencia para evitar que haya accidentes por las noches”, agregó el funcionario.

Intervenciones

A raíz de las fuertes lluvias, El Mollar fue uno de los territorios que más inconvenientes sufrió. Las calles de la comuna quedaron completamente tapadas y la crecida arrastró un gran volumen de sedimentos y desechos. Además, en la Ruta Provincial N° 355 que une ese destino con El Potrerillo y El Rincón se reportaron varios socavones. Pese a las inundaciones, esta vez el saldo de los daños no implicó vecinos evacuados.

“Estábamos con una situación muy crítica con el tema del agua. Fue una tormenta propia de la época que se dio en El Mollar de forma concentrada. Si bien ha habido gente afectada, hemos estado colaborando con la comunidad ahí, no ha sido tanta la afectación de las viviendas”, destacó Torres.

Al descender el cauce del río, ayer se inició una ronda de relevamientos técnicos para evaluar cualquier futuro recaudo en el corto o mediano plazo. También, a lo largo de la jornada, aumentó la presencia de maquinarias para recuperar los senderos que habían quedado inhabilitados en El Mollar y arrancar con tareas de saneamiento ante la cantidad de barro que se acumuló en algunos puntos de circulación dentro de la comuna y en la entrada a decenas de hogares.

“Nuestro objetivo es que todas las calles que fueron lavadas por el agua y quedaron prácticamente reducidas a piedras vuelvan a ser transitables para los ciudadanos en lo inmediato. Estos trabajos de mantenimiento y accesibilidad van a continuar por varios días. La meta es que el próximo fin de semana ya no exista ningún impedimento de circulación”, acotó Soria.

Las distintas labores que se llevaron a cabo desde el sábado contaron con la participación del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, del Ministerio de Seguridad, de la Dirección de Defensa Civil Provincial, de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) y del Ministerio del Interior.

Pronóstico

Aunque el tránsito por la Ruta Provincial N° 307 haya sido restablecida, eso no quita la posibilidad de que el tramo vuelva a cortarse. En especial, si aparecen nuevas complicaciones climáticas durante la semana.

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para el jueves se esperan tormentas aisladas por la mañana y lluvias fuertes durante la tarde y noche. La probabilidad de precipitación para entonces es del 40 al 70% y se estima que habrán ráfagas de viento de 42 a 50 kilómetros por hora.

El alerta de lluvias proseguirá también el viernes, con tormentas aisladas durante la madrugada y lluvias aisladas por la tarde y noche. La probabilidad de precipitaciones es igual de alta. Por su parte, en Tafí del Valle, el SMN indica la presencia de agua hasta el sábado.

“La situación de lidiar con posibles tormentas quedó contemplada y nuestro equipo junto con el Comité de Emergencias y la Dirección de Seguridad estarán atentos ante cualquier complicación o hecho que requiera de una respuesta inmediata”, enfatizó Torres.

En esta época con temperaturas por encima de los 30°, las lluvias aparecen como una necesidad y -al mismo tiempo- un foco de alerta permanente en caso de desbordarse los ríos o generar evacuaciones. Las inclemencias climáticas que atravesamos se deben en parte al fenómeno de La Niña. Los desajustes en los océanos, sumado a la falta de una correcta planificación urbana y mantenimiento con miras a largo plazo repercuten en lo que ocurrirá en la alta montaña durante los meses venideros.

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