“Esta violencia aleja a los médicos del sistema público”

Imputaron a dos hombres por atacar a un médico del 107 y quebrarle la mano. ¿Cómo afectan estos casos al sector de la salud pública?

AGRESIÓN. Un médico del 107 terminó con una mano quebrada luego de que fuera atacado por un paciente y su hijo en Bolivia al 3.500.  AGRESIÓN. Un médico del 107 terminó con una mano quebrada luego de que fuera atacado por un paciente y su hijo en Bolivia al 3.500.

“En un tiempo donde sufrimos la escasez de médicos en el sistema de salud pública, que pase un caso así es algo que realmente debemos lamentar el doble”, señaló el médico Julián Nassif, directivo del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas), al referirse a la situación de un médico del Servicio de Emergencias 107 que fue a asistir a un hombre a un domicilio y fue atacado a golpes. Los agresores le fracturaron la mano, algo que afectó su trabajo por varios meses. “Hoy no alcanzan los médicos en las guardias públicas, por un lado porque económicamente es poco atractivo, y por otro lado porque la violencia con la que convivimos a diario aleja cada vez más a los profesionales de la salud del sistema público”, razonó el pediatra del hospital del Niño.

El ataque

El hecho ocurrió el 20 de julio cerca de las 22.30. El Sistema de Emergencias 107 recibió un llamado pidiendo asistencia para un hombre que había sufrido una descompostura. Desde la base enviaron a un médico a una casa de Bolivia al 3.500, en el barrio Modelo, para que asistiera en el caso. Cuando el profesional llegó se topó con que el hombre estaba alcoholizado y que en determinado momento comenzó a atacarlo a golpes junto con su hijo. A consecuencias de los golpes, los agresores le quebraron la mano izquierda.

Los sospechosos del caso fueron imputados el jueves pasado por el delito de lesiones graves. Judicialmente, al tratarse de un caso que podría suponer una condena condicional, y al no haber existido elementos suficientes para argumentar que los implicados pudieran fugarse o entorpecer la investigación, el auxiliar Rogelio Rodriguez del Busto, de la Fiscalía de Atentados contra las Personas (a cargo de Diego Hevia), pidió que los sospechosos se atuvieran a normas de conducta. Se les ordenó atenerse al proceso, no realizar ningún acto de turbación y se les prohibió salir de la provincia sin autorización judicial.

Desde una perspectiva tribunalicia, al tratarse de un delito menor (en cuanto a la escala penal) los imputados incluso tendrían la opción de ofrecer una salida alternativa que pueda ser favorable para el profesional afectado. Pero desde el punto de vista sanitario, significó no poder contar a pleno con los servicios de un profesional de la salud en un contexto difícil.

Falta de personal

“Lamentablemente no sorprenden esta clase de hechos, pero no debemos acostumbrarnos a que sea así, sino que debemos cambiar esa realidad”, sostuvo Nassif en entrevista con LA GACETA. El representante del sindicato agregó que “muchas veces una familia que llama a la emergencia espera recibir a todo un equipo de salud: un médico, un enfermero y un chofer; la realidad es que por la falta de personal muchas veces solo llega el conductor de la ambulancia para trasladar a la persona afectada hasta el hospital. Muchas veces las familias han reaccionado con violencia a eso”.

Nassif señaló que el sistema de salud está ligado a la realidad social. “Cuando vemos las salas de terapia del hospital Padilla, por ejemplo, vemos que hay un 80% de internados por politraumatismos. La razón principal es que llegaron por accidentes en moto, y a diario vemos que la gente no respeta los semáforos ni señales de tránsito, pero también tenemos muchos afectados por hechos violentos, peleas callejeras o intrafamiliares”, explicó. El pediatra también remarcó la violencia con la que conviven a diario en las guardias de los centros asistenciales.

“Hay una creciente violencia contra el sector de la salud pública y lo sufrimos. Mucho tiene que ver con la disminución del personal, para eso hay que entender que tenemos profesionales que cobran salarios por debajo de la línea de la pobreza. Es poco atractivo trabajar así, por eso cada vez más jóvenes médicos tramitan la validación del título y se van al exterior en busca de salarios dignos”, argumentó. Y luego añadió: “la falta de personal genera filas, esperas y demoras. Así empiezan a aparecer hechos de violencia como el de este domingo, cuando una familia quemó el arbolito de Navidad de un hospital”.

Otro caso

El 17 de mayo de 2020 ocurrió otro caso resonante. En la madrugada unos ladrones asaltaron a un médico y a un chofer de ambulancia del servicio 107 que estaban asistiendo a una mujer que sufría convulsiones en Thames al 1.200. “Si bien es cierto que han disminuido, lo que sí se ha sufrido históricamente en algunos barrios son las agresiones al personal que se baja de una ambulancia a asistir a una persona. Cuando asistís a un hecho de violencia, hay un clima de violencia alrededor y hay gente que pretende que uno resuelva todo. Hay veces en las que es necesario ir con la Policía; y otras en las que es peor si vamos custodiados, porque algunos te agreden cuando ven que entran balizas al barrio”, describió el médico Juan Antonio Massaguer, que en ese momento estaba a cargo del Servicio 107.

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