“Fue muy lindo llegar a este club. A San Martín lo enfrenté varias veces, es un grande y vengo a dar lo mejor; a buscar lo que todos quieren, lo que queremos: el ascenso”. En su presentación en sociedad, Claudio Pombo no anduvo con vueltas. Todo lo contrario, subió la apuesta.
Nació hace 28 años en Gualeguaychú, juega como ofensivo y tiene la particularidad de haber ascendido en casi todos los equipos en los que jugó.
Subió del Federal A a la Primera Nacional con Juventud Unida de su ciudad, en la temporada 2014/15; y ascendió a la máxima categoría de nuestro fútbol con Sarmiento en la 2020/21 y con Instituto en la última temporada. Además, de esos equipos, también tuvo un paso fugaz por Atlético en la 2018/19.
“Ojalá que pueda mantener y mejorar lo que vengo haciendo en mi carrera”, dice apuntando a esos grandes logros que son su enorme carta de presentación, sus ases en la manga. Eso que lo hace una especie de talismán, que todo equipo con sueños de ascenso necesita.
En la última temporada, terminó siendo un hombre clave para la “Gloria”. Si bien comenzó como relevo, se fue asentando de a poco y terminó siendo uno de los puntos más altos en los duelos revanchas de semifinales (contra Defensores de Belgrano) y en final (con Estudiantes de Caseros). Incluso, fue él quien dio la asistencia para el gol que devolvió a Instituto a Primera División.
“Terminé en un muy buen nivel. Ahora quiero tratar de dar aún más en un equipo que tiene la idea de ser protagonista. Me gusta mucho este desafío. Es una linda oportunidad, una hermosa prueba. Quiero demostrar que estoy capacitado y dar el máximo para poder lograr cosas importantes”, asegura y va un poco más a fondo en la cuestión. “Tengo experiencia en la categoría y eso voy a tratar de volcar en San Martín”, remata.
Pombo es un volante de esos a los que les gusta clarificar el juego. Es ágil, tiene panorama, buena pegada y goza de estar cerca del arco enemigo. “Me gusta generar juego y pisar el área para poder terminar las jugadas”, sentencia el futbolista que viene de ascenso en ascenso; con el objetivo de contagiar un poco a un San Martín necesitado de alegrías.