13 Enero 2023
Máximo Thomsen es uno de los ocho acusados por el brutal asesinato de Fernando Baéz Sosa, y hasta el momento, el rugbista es el imputado más complicado lo que posiblemente desencadene en una condena a prisión perpetua. La familia de Thomsen, quien presencia a diario las audiencias del juicio, habló con la prensa y aseguraron que “están esperanzados” debido a las “vagas” declaraciones de algunos testigos.
Javier Thomsen y Rosalía Zárate son los padres de Máximo, uno de los diez acusados, en principio, por el crimen de Fernando Báez Sosa, de los cuales solo ocho quedaron imputados. Por estos días la familia Thomsen acompaña a su hijo en todas las audiencias llevadas a cabo en el Tribunal de Dolores.
El rugbista, hasta el momento es el más complicado en la causa. Fue señalado por numerosos testigos como el joven que más golpeó a Báez Sosa en el suelo, incluso con patadas dadas con la punta de la zapatilla en su cabeza. De hecho, una pisada sobre el rostro de la víctima dejó en su piel la marca de la suela impresa, lo que permitió identificar a Thomsen como uno de los principales agresores.
Posteriormente, Máximo Thomsen fue el autor de señalar al joven Pablo Ventura como el dueño de la zapatilla que dejó marcas en el rostro de Fernando, caso que fue descartado por la Justicia y Ventura considerado inocente.
“No quiero abrir los ojos. Los chicos están arrepentidos. Estoy enterado de lo que hizo mi hijo”, había dicho Javier Thomsen en enero de 2020, cuando fue a visitar al joven al penal de Dolores en el que estuvo detenido al principio del caso. En aquel momento, se refirió a sus sensaciones y precisó: “Siento una montaña rusa de bronca. Todo el tiempo pienso qué hice mal para que pase esto. Estaban alcoholizados, pero no los justifico”.
Javier Thomsen
Máximo Thomsen, quien en aquella violenta noche de enero de 2020 tenía 21 años, enfrenta cargos por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” por el que se lo juzga a él y al resto de los acusados. Su padre, en un momento también dijo estar “asustado” de no poder volver a ver a su hijo en libertad, algo que es posible por las características de los cargos que fueron presentados en su contra lo que conlleva a una eventual condena a prisión perpetua.
Recientemente, en una entrevista con el diario “La Nación” , Javier Thomsen aseguró que las declaraciones de los amigos de Fernando Báez Sosa “le daban esperanzas” ya que, según su visión, “habían sido vagas” y demuestran que “no hubo un plan para matar”.
Escraches a la familia Thomsen
Tanto Thomsen como su esposa, Rosalía Zárate, sufrieron diversos ataques y escraches a lo largo de estos tres años desde el asesinato de Fernando Báez Sosa. En los últimos días, el pasado 6 de enero, fueron increpados en la entrada del tribunal por una mujer al grito de “y llora, y llora, y llora Thomsen llora” mientras otro filmaba la escena con su celular.
La madre del acusado de asesinar a Báez Sosa también cambió su vida desde la aprehensión de su hijo, ya que pocos días después de la detención de Thomsen, Rosalía Zárate renunció al cargo de secretaria de Obras Públicas que ejercía en la ciudad bonaerense de la que son oriundos todos los imputados.
Rosalía, quien también es tía de Matías Benicelli, no concurre muy seguido al tribunal, sin embargo, la semana próxima se deberá presentar para dar su testimonio como testigo.
Rosalía Zárate, madre de Máximo Thomsen. Foto: Mauro V. Rizzi
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