Este lunes inicia la tercera semana de audiencias del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. En la jornada número 11 del proceso, los ocho imputados por el brutal asesinato estarán presentes al igual que los familiares de Fernando, mientras se espera las declaraciones de los rugbistas sobreseídos en la causa. José María Rodriguez Saráchaga, especialista en lenguaje no verbal analizó las posturas de los acusados durante el juicio y aseguró que “la imagen que demuestran es espantósa”.
El especialista, invitado a un programa del canal de noticias LN+, señaló que los imputados recibieron “un mal asesoramiento” y resumió que el error consistió en que se los quiso mostrar “enteros en lugar de arrepentidos”.
“Lo que veo es una estrategia de la defensa, que les ordenó esa actitud, esa postura, un mal asesoramiento”. “Y alguien les dijo: ‘Mirá, es una idea brillante que se mantengan todos derechos, impertérritos, con las manos firmes, como si fueran un pelotón de fusilamiento’. La imagen que dan es espantosa”, indicó Rodríguez Saráchaga.
Luego, el profesional habló de lo poco usual que es ver a un grupo de personas sentarse de la misma manera y no realizar gestos durante largos periodos de tiempo. “El primero que se mueve de la silla lo hace a la hora cuarenta u hora cincuenta del inicio del juicio. Lo peor es que se mueve uno solo y los demás ni lo miran. Imaginate el tema del mal coacheo, qué tan fuerte es que si acá estamos todos quietos (por él y los periodistas en estudio) y él se empieza a mover, lo lógico es que lo miremos, por reflejo -añadió-. Pero ellos tenían la orden de ‘tengo que mirar adelante’ y veías la concentración de todos en eso” manifestó.
Posteriormente, Rodríguez Saráchaga dijo que también hay otra cosa en la actitud de los imputados: “Para nosotros es una aberración ver a los acusados delante de los padres de la víctima y escuchando el relato del crimen, porque lo habremos escuchado, una, dos, tres o cuatro veces. Ellos lo vienen escuchando hace tres años. Hace tres años que trabajan y preparan eso. Con lo cual, voy a hacer una analogía horrible, cualquier noticia contada un millón de veces deja de impactar. La repetición anula la emoción”.
El peso del juicio en hombros y espaldas de los imputados
José María Saráchaga comparó dos fotos de los rugbistas en el banquillo de los acusados durante el juicio, una foto del primer día de audiencias y la otra del día 10. Luego, el profesional señaló que el “peso del juicio” se puede ver en los hombros y en las espaldas de los imputados.
“El primer día, por ejemplo, el que estaba más asustado era él (señaló a Matías Benicelli), que tenía técnicamente los ojos como platos, muy abiertos. Pero él (señaló a Ciro Pertossi) tenía la mirada mucho más arriba y los hombros mucho más arriba también el primer día, y es donde se nota el peso del juicio”, dijo el especialista.
“Pero si vos ves todos los hombros, el primer día estaban todos así (para arriba) y el último día ya (para abajo). El peso del juicio más que nada es en los ojos y los hombros”, remarcó Rodríguez Saráchara.
El profesional hizo importante mención en la poca o nula empatía que presentaron los rugbistas durante estos 10 días de juicio. José María fue más allá e indicó que los policías que se encontraban en la sala del Tribunal presentaron una postura “menos uniformada” y más empática que los imputados. “Si los vas a coachear, coachealos que se muestren penitentes, que generen empatía” manifiesta el especialista.
“Si los querés mostrar arrepentidos, mostralos con la cabeza baja y apuntando para abajo, las manos caídas y vas a generar el efecto de empatía, porque tu lectura automática va a ser: está arrepentido, tiene culpa”, dijo luego el invitado a LN+.
La vestimenta de los rugbistas, otro elemento clave
Más adelante, Rodríguez Saráchaga se refirió a la manera en que los imputados estaban vestidos, y a la intencionalidad que se escondía detrás de ellos. “Se les dijo, bien, que se vistan como chicos, como adolescentes. Si vos estás vestido con camisas y chombas juveniles en lugar de camisa y corbata, que los hace parecer mayores y más responsables. En cambio, con esta ropa llevás a que se diga: ‘Son chicos’. Pero eso vos mismo lo anulás cuando los ponés erguidos”, explicó el especialista en lenguaje no verbal.
Sobre el final, el experto aseguró que no era muy difícil poner a los jóvenes en una actitud más similar al arrepentimiento. Para ello hacía falta “mirar para abajo”. ““Era fácil de lograr porque iban a tener el cansancio natural del juicio. No tenías ni siquiera que actuarlo, no hacía falta”.
El fallo en el asesoramiento a los acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa estuvo en que “la cultura norteamericana es una y acá es otra. Acá el peso de la culpa, el arrepentimiento, la cultura católica apostólica romana es muy fuerte, mientras que para ellos, los protestantes, el tema de estar entero es un valor en sí mismo. Acá, entre comillas garpa más el arrepentimiento que la entereza y se los mostró enteros en lugar de arrepentidos”, concluyó Rodríguez Saráchara.