Con respecto a la información que emitió LA GACETA en referencia al zoológico de San Pedro de Colalao y a sus administradores, que sostienen la inviabilidad del cierre del mismo con el argumento de que los animales fueron criados en cautiverio y no sobrevivirán a la vida silvestre debido a que no tienen incorporado el instinto de supervivencia para cazar, el hábitat natural de las distintas especies y demás cuestiones, opino que recaen en una contradicción del propio accionar que explotan. Los animales criados en cautiverio fueron inicialmente al nacer privados de su libertad, privados de su hábitat natural y privados de su instinto de supervivencia, valgan todas las redundancias; por lo tanto esas vidas animales fueron condenadas al nacer y tristemente ofrecidas mientras respiren al público como un falso entretenimiento. Llamo a las autoridades del zoológico a la reflexión, para que otorguen esos animales a instituciones que realmente preservan la vida animal no como un espectáculo, dándole un trato digno lejos del hombre, para que den por terminada la acción de encarcelamiento y privación de la libertad de seres vivos y proliferación de crías en cautiverio como ejemplo en la provincia y nación para comenzar con la erradicación final del mal llamado zoológico privado. Deseo expresar que la Unesco y la ONU aprobaron en conjunto la “Declaración Universal de los Derechos del Animal”, proclamada el 15 de octubre de 1978 en París, como insignia para el bienestar y protección de los animales del mundo entero.
Williams Fanlo