15 Febrero 2023
El caso de las mujeres rusas: La Justicia ordenó que se investigue a las agencias que organizan los viajes y los domicilios que dieron las embarazadas en el país.
La sospecha de que, en Argentina hay mafias organizadas que promueven un “turismo de nacimientos” a jóvenes rusas embarazadas, para obtener la ciudadanía para sus hijos, disparó una investigación que ahora está en manos de la jueza federal María Romilda Servini y el fiscal Federico Delgado. La magistrada impuso el secreto de sumario el lunes.
Miles de embarazadas rusas han llegado a Argentina en el último año; 33 en un solo vuelo, la semana pasada. Algunas personas fueron detenidas y los funcionarios lanzaron una investigación sobre la práctica, en medio del incremento en el número de pasajeros que ingresan a nuestro país desde la invasión rusa a Ucrania.
Según reflejaron medios porteños, se investigan dos delitos, trata de personas y falsificación de documento. Y se busca precisar cómo se configuraron esos dos delitos en este caso.
Las sospechas parten de varios elementos. Por un lado, que la gran mayoría de las jóvenes llegan solas. La semana pasada llegó un solo varón, que figura en una lista de Interpol y esta semana pidió refugio político.
Otro elemento que dispara las sospechas es que la Dirección de Migraciones chequeó los domicilios que dieron las últimas 33 mujeres que ingresaron a la Argentina y sólo encontró a tres. Las otras 30 dieron una dirección falsa. En los trámites de nacionalización también se presentaron certificados de domicilio falsos.
Jóvenes rusas embarazadas: más allanamientos
El fin de semana hubo allanamientos en las direcciones de las agencias que organizaron el traslado al país y se espera que Servini tome nuevas medidas.
De acuerdo con la denuncia qu hizo Florencia Carignano, jefa de la Dirección de Migraciones, hay “organizaciones de la mafia” que buscan lucrar ofreciendo paquetes para otorgar un pasaporte argentino a personas que no tienen intención de vivir en el país.
Los rusos pueden viajar sin visa a Argentina, un país donde a todos los recién nacidos se les otorga la ciudadanía automáticamente, por lo que es un destino atractivo para el llamado turismo de nacimiento.
“Detectamos un aumento significativo en el ingreso de ciudadanas rusas en los últimos meses. Por eso decidimos investigar y entrevistamos a 350 de ellas que estaban con embarazo avanzado”, dijo Carignano.
“En las entrevistas descubrimos que esta organización les ofrece, a cambio de una suma importante, un paquete de turismo de parto con el pasaporte argentino como principal motivo del viaje”, señaló. En un aviso de una de las agencias, se promocionaban los viajes con la imagen de un pingüino (no una cigüeña) que carga un pasaporte, en vez de un bebé. El documento argentino permite transitar casi todo el mundo, opuesto a lo que pasa actualmente con el pasaporte ruso.
La ley argentina aplica el criterio del “derecho de suelo”: quien nace acá, sea hijo de quien sea, es argentino. Además, un extranjero puede obtener la nacionalidad si reside dos años consecutivos en el país, y que se puede obtener la naturalización, cualquiera sea el tiempo de residencia, si se tiene un hijo argentino nativo, sin esperar dos años.
El problema, en este caso, es la falta de intenciones de residir en la Argentina. Según sostienen en Migraciones, las mujeres anotan a sus hijos a su nombre y el nombre del presunto padre, y luego se van, dejando un poder a un grupo de abogados.
Son ellos quienes llevan adelante el trámite en poco tiempo: unos cinco meses, en un trámite que es inusualmente rápido, comparado el de solicitantes de otras nacionalidades.
¿Por qué se habla de un posible delito de trata de personas? Porque se sospecha que la maniobra consiste en contratar una chica embarazada en Rusia, se le paga el viaje y los gastos, viene a la Argentina, da a luz, inscribe el bebé como propio y de un hombre que no es necesariamente el padre. Así, ese hombre consigue el pasaporte argentino, y con ello la posibilidad de ingresar a 173 países, aunque la madre se vuelva a Rusia y no vuelva a tener nada que ver con él.
La preocupación de la Justicia Federal es por qué alguien quiere obtener la nacionalidad argentina, pero no vivir en el país.
El temor es que sea para cometer ilícitos, en medio de la guerra en la que están envueltas Rusia y Ucrania, tras la invasión rusa, que se inició hace casi un año.
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