“Al Papa lo revitaliza el contacto con la gente”

Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti escribieron dos libros sobre Francisco. Conocé como piensa el líder de la Iglesia.

“Francisco tiene una personalidad muy interesante, se caracteriza por su humanidad. Es un hombre extremadamente humano, cercano, directo y sencillo. Yo ya había hablado con Jorge Bergoglio y cuando saludé al Papa Francisco me encontré con el mismo de siempre. A lo largo de todos estos años, es la misma persona”, aseguró Sergio Rubin, periodista y coautor de “El Pastor. Desafíos, razones y reflexiones de Francisco sobre su pontificado” (editorial Penguin Random House, 2023).

Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti ya habían escrito juntos “El Jesuita” (Penguin Random House, 2010), la primera biografía cuando Jorge Bergoglio era cardenal. Por aquel entonces, las reuniones con los corresponsales eran presenciales y la reunión que inició aquel libro había girado en torno a la situación de Argentina. “Me quedé impactada con la personalidad de Bergoglio. Se presentó de forma muy sencilla, caminando solo con su valija y cuando empezó a hablar y a contestar a nuestras preguntas, nos dimos cuenta de cuán profunda era su visión sobre la situación de Argentina y del mundo. Ese encuentro fue el disparador del primer libro”, recordó Francesca en conferencia con LA GACETA y otros medios internacionales. Más adelante surgió la idea de continuar esas conversaciones –que fueron registradas durante 10 años para este último libro, “El Pastor”.

-¿Observaron una evolución o un cambio en su carácter o pensamiento en estos 10 años de papado y de entrevistarlo?

Francesca: - Lo que vimos fue una continuidad. Es como que comenzamos a hablar con él en Buenos Aires y seguimos hablando en Roma. En algunos momentos lo vimos más alegre –con esa famosa sonrisa- y eso lo atribuimos al contacto con la gente que, como Papa, tuvo mucho más cercanía que como Cardenal argentino. Eso lo revitalizaba.

Sergio: -Creo que siendo Papa descubrió su condición de comunicador. No veo otro cambio dentro de él porque, en lo esencial, en su concepción de la Iglesia y el mundo, sigue siendo la misma persona.

-Le preguntaron al Papa si era feliz. ¿Qué dijo?

Francesca: -Con mucha seguridad nos dijo que era un hombre feliz. Hubo algo muy lindo en cómo lo dijo porque también aseguró que se siente joven y lo dijo con toda una postura corporal que denotaba eso. A veces en la TV se lo ve cansado, pero nosotros, en las conversaciones lo vimos siempre joven, con buena condición física.

-Hay muchas especulaciones sobre su viaje a la Argentina que, finalmente, nunca se realizó. ¿Vendrá?

Sergio: -Creo que –si bien está implícito- está la grieta. Cuando el Papa viaja a un país obviamente quiere confirmar a los católicos en la fe, promover el Evangelio, todo lo que ya sabemos porque es un líder religioso. Pero, además, tratándose de su país, él quiere hacer un aporte a la unidad de los argentinos, si el viaje termina siendo al revés, no podrá cumplir su objetivo.

Francesa: -Yo tengo una visión un poco diferente de por qué no viene y soy más optimista que Sergio. Creo que, por su carácter, tiende a postergar las cosas que le interesan –esto tiene que ver con su origen piamontés- porque es su manera de ser.

Tardó nueve años en visitar a la familia de su padre, que vive a 600 kilómetros del Vaticano. Por eso digo que él tiende a postergar las cosas que más quiere por las que debe. Él está convencido de que debe poner prioridad en otros viajes.

“EL PASTOR”

Ping-pong de preguntas y respuestas

-¿Antes de optar por el sacerdocio había pensado en otro camino?

-Estudié química en el colegio secundario en una escuela técnica y me recibí con tres años de práctica en un laboratorio bromatológico. Hubiera encontrado trabajo enseguida, pero de alguna manera esa posibilidad no me llenaba. Me gustaba más la medicina y ya me estaba preparando para la facultad cuando surgió la vocación.

-¿Se imaginaba como médico?

-Sí, era posible, pero era algo difuso, no lo veía tan claro. En realidad, lo que realmente quería era lo que terminé haciendo.

-La mayoría de los pontífices se rodearon de personas conocidas, de allegados. ¿Por qué usted no convocó a nadie de la Argentina para acompañarlo?

-Es cierto, no lo hice. En los primeros años tuve un secretario argentino, el padre Fabián Pedacchio, pero él ya estaba en Roma. Me gusta jugar de arquero. En la vida hay que atajar las pelotas como vienen.

-¿De joven jugaba al fútbol de arquero?

-Sí, pero por otro motivo: era un “patadura”.

-¿Y atajaba?

-Sí, atajaba.

-Al igual que en Buenos Aires usted sigue llamando a mucha gente para saludarla por su cumpleaños. ¿Cómo hace para acordarse de todos?

-La explicación es simple, los tengo anotados. Pero los de mi familia los recuerdo todos. Es cierto que tengo buena memoria, aunque a veces es selectiva. Hay cosas que no me interesa recordar mientras que otras las tengo muy presentes.

-Además de los cumpleaños, sorprende la cantidad de personas a las que llama y a las que les escribe personalmente y a mano. ¿Cómo encuentra el tiempo?

-Lo encuentro, no olviden que duermo poco. El contacto con la gente para mí es muy importante, lo saben. Cuando puedo llamo a los que me escriben, en especial a los que necesitan consuelo o a las personas mayores que están solas. Lo hice siempre.

Fuente: “El Pastor”, de Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti.

El Papa sin censuras
dijo Francesca Ambrogetti

“Francisco nunca trató de evitar nada. Nunca nos dijo: “de esto no hablo”. Cuando escribimos el primer libro, desgrabábamos las conversaciones, le acercábamos el texto y él lo corregía. En uno de esos textos que le entregamos había un párrafo completamente tachado: era cuando le preguntábamos si había tenido novia, y el respondía que sí. Bergoglio, en aquel momento, nos explicó que como había otra persona involucrada no quería ponerlo, pero Sergio lo convenció diciendo que contando esa anécdota se humanizaba su figura. Ese dato sí se publicó en el libro.

Estados Unidos, un viaje impactante
Sergio Rubín

“A mí me impresionó mucho el discurso que dio en el Capitolio de los Estados Unidos. Fue realmente impresionante. Ahí pensé: “mientras nosotros nos matamos discutiendo si Francisco es peronista o macrista, al presidente de la Cámara de Diputados de Estados Unidos se le caen las lágrimas al escucharlo”. A veces siento que los argentinos dejamos que el Papa sea un motivo más de pelea, en lugar de dejar que nos ayude y nos una.

Abusos Sexuales en “descenso”
Del libro “El Pastor”

“El abuso sexual no solo es un delito, sino un delito grave, cuyo daño es irreparable y obviamente demanda una severa condena. El proceso (para combatirlo) que se inició dentro la Iglesia antes de mi elección está teniendo resultado. El informe que la Justicia de Pensilvania difundió en 2018 detectó poquísimos casos desde 2002.

Francisco: 10 años de papado

La lucha contra los pederastas dentro de la Iglesia.- Uno de los momentos más recordados durante el papado de Francisco fue en 2019 cuando expulsó de los hábitos al ex cardenal norteamericano Theodore McCarrik. El estadounidense había sido denunciado por abusos sexuales y corrupción. Un año antes, el Papa había viajado a Chile, país revolucionado por los abusos que habría cometido el sacerdote Fernando Karadima. En ese momento Francisco pidió no mezclar situaciones puesto que había acusaciones contra otros religiosos.

La plaza vacía: La oración de Francisco durante la pandemia.- El 28 de marzo de 2020 una imagen dio vuelta al mundo. La icónica plaza de San Pedro en el Vaticano permanecía vacía debido a la pandemia de Coronavirus. Ese día, el Papa salió solo a la emplanada que suele estar colmado de feligreses con una cruz y rezó por la salud de la humanidad.

Tolerancia religiosa y acercamiento con el mundo árabe.- En 2019 Jorge Bergoglio visitó Emiratos Árabes Unidos y se reunió con el líder religioso del Islám: Al Azhar Ahmed el-Tayeb. En esa cumbre se habló sobre la tolerancia religiosa de los pueblos y se veló por una fraternidad humana.

Festejos en la basílica de Luján.- El cardenal Mario Poli convocó ayer a la Iglesia a una misa de celebración en la basílica de Luján por la primera década del papado de Francisco. Hubo festejos con bombos y bailes.

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