Sin clases, con rutas cortadas y marchas, los franceses se oponen a la reforma de Macron

Se redoblaron las protestas contra el aumento de la edad para jubilarse

Sin clases, con rutas cortadas y marchas, los franceses se oponen a la reforma de Macron
24 Marzo 2023

PARIS, Francia.- Más de tres millones de personas, entre trabajadores, estudiantes, jubilados y adherentes y se volcaron a las calles en decenas de ciudades de Francia, en un nuevo despliegue de furia contra la reforma previsional del presidente, Emmanuel Macron.

La basura se amontonaba en las calles, en el marco de la novena jornada nacional de huelgas contra el proyecto de ley extremadamente impopular para elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años.

Los servicios ferroviarios, desde trenes regionales y de alta velocidad hasta el metro de París, y los sistemas de transporte público en otras ciudades importantes se vieron interrumpidos.

Cerca del 30% de los vuelos en el aeropuerto de París Orly. En distintas ciudades bloquearon rutas, estaciones de tren, el aeropuerto Charles de Gaulle de París, refinerías y puertos.

Muchas escuelas cerraron y las clases se vieron casi paralizadas por la huelga, a la que adhirió la mitad de los maestros de primaria de todo el país, dijo el sindicato de docentes.

También estuvo cortada una autopista cerca de Toulouse, en el suroeste y una estación de ómnibus en el oeste, en Rennes, según el diario “Le Parisien”.

Más de 250 manifestaciones en distintas ciudades dieron cuenta del enojo de los trabajadores franceses contra la medida, que fue instalada por decreto de Macron.

“Decapitamos a Luis XVI. Macron, cuidado, podemos volver a hacerlo”, coreaban los manifestantes en una de las columnas que recorría París, en referencia a la Revolución Francesa, que hace casi 250 cambió el sistema político y económico del país.

Macron no hizo nada para apaciguar los ánimos. Al contrario, cargó contra los sindicatos y la oposición y acusó de “sediciosos” a los manifestantes.

“Esta declaración alimentará la ira”, advirtió el secretario general de la central obrera CGT, Philippe Martinez, a la radio RTL, al inicio de la novena jornada de huelga y movilización contra la reforma desde mediados de enero.

Las marchas en París alcanzaron una asistencia récord, con 800.000 personas en las calles, la mayoría de ellas dirigiéndose a la Plaza de la Bastilla, llevando banderas y cantando a gritos que Macron debe renunciar.

Los primeros recuentos de las manifestaciones de la mañana de ayer ya mostraban que iba a ser una jornada de movilización histórica: 250.000 manifestantes en Marsella, 110.000 en Burdeos, 55.000 en Lyon, 50.000 en Clermont-Ferrand, 40.000 en Niza, 30.000 en Avignon, 24.000 en Tarbes, 24.000 en Bayona, 15.000 en Puy-en-Velay. Se esperaba que las protestas siguieran durante el resto del día. Por la noche, los manifestantes más radicalizados quedaron a cargo de las calles, encendieron fogatas y atacaron edificios gubernamentales. En Burdeos, prendieron fuego al Ayuntamiento y en París, colocaron barricadas en numerosas calles.

En medio de una mayor radicalización de las acciones y de una fuerte represión policial, se empezaron a ver fenómenos como el “cambio de bando” de algunos uniformados, que se sumaron a las protestas. Los bomberos de París también marcharon para repudiar las medidas de Macron.

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