Los puesteros pidieron más seguridad en el Mercofrut

Reclaman que por miedo varios trabajadores dejaron de concurrir. Exigen soluciones pero la informalidad de sus empleos complica las cosas

CARTELES EN EL PREDIO. En el Mercofrut pegaron fotos de la víctima Luis Granito, junto al número de la Fiscalía, para quien pueda aportar datos. CARTELES EN EL PREDIO. En el Mercofrut pegaron fotos de la víctima Luis Granito, junto al número de la Fiscalía, para quien pueda aportar datos. La Gaceta / foto de Diego Aráoz
06 Abril 2023

Luego del crimen de Luis Granito, puesteros y encargados del Mercado Frutihortícola de Tucumán expresaron su descontento contra la comisión directiva ante su falta de iniciativa para tomar medidas que mejoren la seguridad del lugar. Además dijeron que desde el violento asalto la presencia de policías es casi nula.

“Acá la seguridad es muy floja”, le dijo Luciana a LA GACETA. “Después de que pasó lo de Luis la comisión directiva no nos dijo nada a ninguno de los que trabajamos acá, sólo se hizo el duelo el sábado, pero después nada; los directivos brillaron por su ausencia”, agregó.

El martes era día de descarga de mercadería en el mercado y si bien la puerta principal del predio se encontraba cerrada, ya que no había venta al público, el portón trasero estaba abierto mientras múltiples camiones ingresaban y salían con productos para abastecer a los puestos.

A pesar del constante flujo de movimiento de personas que había en el Mercofrut, en un recorrido que hizo LA GACETA por el predio, sólo pudo notar la presencia de cuatro policías, uno en la garita de entrada de los camiones y el resto ubicados en puntos aislados.

Lo mismo notaron algunos dueños y empleados de los puestos que se encargaban de recibir la mercadería. “Hubo movimiento durante estos tres días porque estaban investigando lo que había pasado con Luis, pero ahora no hay nadie, si bien en este momento no hay gente comprando, estamos de reparto, se mueve plata y sin embargo casi no hay guardias”, expresó Luciana.

La inseguridad del lugar no sólo pone en riesgo la vida de quienes trabajan allí, sino que también sufren daños colaterales como ser la disminución de ventas, debido a que cada vez que ocurre algún delito los compradores prefieren no asistir al predio hasta asegurarse de que está todo controlado, y la negativa de algunos descargadores que prefieren no entrar para velar por su seguridad. “Acá la única seguridad que hay somos nosotros mismos, que tenemos que venir enfierrados; ni los descargadores quieren venir a trabajar porque tienen miedo de que les roben. Ya vienen de hace rato los problemas; si dos semanas antes de que lo maten a Luis le robaron a la dueña del puesto para el que trabajo mientras había camiones acá”, dijo Nahuel Alderetes.

La mayoría de los puesteros coinciden en el mismo punto: la comisión directiva del Mercofrut es la que debe tomar cartas en el asunto en cuanto a la cuestión de seguridad. “Es el Mercofrut el que tiene que hacerse cargo de esta situación”, dijo Alexis Toscano, dueño de uno de los puestos de venta. “Te cobran un montón de impuestos; te cobran impuesto al piso, a la luz, hasta para ir al baño te cobran y no puede ser que no contraten una agencia que cuide acá. Ellos saben que mayormente manejamos plata, pero que no todo es ganancia, es plata que usamos para pagar otros gastos. Uno se levanta a las tres de la mañana para venir a trabajar; no somos millonarios, nos la rebuscamos el día a día y que vengan delincuentes y te maten acá adelante de todos es muy feo”. Según Mauro Núñez, “el presidente y todos los que están encargados del mercado no hacen nada y toda la plata que recaudan se la quedan para ellos, no cambian nada”. Además dijo que a pesar de que hay algunos guardias dando vuelta por el predio, no controlan lo suficiente ya que hay personas que “entran con puntas, con cuchillas, entran fumando faso, se están drogando acá a la vuelta como si nada y nadie dice nada. No controlan”.

Mauro contó que hace un tiempo tuvo un inconveniente con dos changarines que trabajaban en su puesto a raíz del consumo de drogas. Al llamarles la atención intentaron patotearlo con puntas y cuchillos.

Los porteros

Quienes también están disconformes con las condiciones de trabajo son los porteros del mercado. Rodolfo Eduardo Arreche le contó a LA GACETA que en el predio trabajan 23 empleados en total y que se dividen en tres turnos diarios, pero que a pesar de no ser personal de seguridad, se ven en la obligación de ejercer esa función.

“Nosotros nos sentimos muy expuestos porque nos toca hacer de todo y sólo somos porteros; queremos reunirnos con la junta directiva porque nos estamos arriesgando mucho acá; queremos que nos den una solución porque nuestra familia nos espera en casa”, finalizó.

Los investigadores también se toparon con un lugar donde la informalidad forma parte de la actividad. “Aquí no quieren tomar medidas porque pueden quedar en evidencia. ¿Se imagina usted si llegan a poner cámaras de seguridad en los accesos? La AFIP o Rentas vendrían y pedirían el registro de imágenes para controlar el ingreso de mercadería por parte de los camiones. Dejará un tendal”, explicó el verdulero Juan Carlos Ramírez. Mario Sosa recorre todos los días las galerías del enorme centro de compras para revender la mercadería en bares y restaurantes. “Es increíble que todavía aquí no se opere con transferencias bancarias o billeteras virtuales. Esa podría ser una manera para evitar robos. Pero la gran mayoría prefiere vender en negro que proteger su vida y la de los otros. Espero que con la muerte de Luis aprendan”, explicó.

Los investigadores también se llevaron otra sorpresa. La negativa de varios empleados de declarar. “Al principio pensábamos que no lo hacían por miedo, pero después nos dimos cuenta de que era por otra razón”, explicó una fuente cercana a la investigación. El fiscal de Homicidios I, Carlos Sale, también se encontró con el mismo problema. Logró solucionarlo prometiéndoles a los testigos mantener en reserva su identidad, puesto que no querían que se supiera que trabajaban en negro.

(Producción periodística: Micaela Pinna Otero).

Por ser inimputable quedó libre un cuarto sospechoso

“Lolo” se presentó en la división Homicidios acompañado por uno de sus progenitores y su defensor. Después de confirmarse que tenía 15 años, la jueza de Niños, Niñas y Adolescentes Judith Solórzano ordenó que sea restituido a sus padres. El adolescente, que fue señalado por el testigo arrepentido como uno de los integrantes del grupo que asaltó e hirió mortalmente al puestero Luis Granito. Por su edad, nunca será acusado del delito, ya que es inimputable. Este es el cuarto mencionado en la causa. Hasta aquí fueron detenidos Alejandro “Seso i’ Pollo” Lazarte (señalado como el autor de los disparos), Eduardo Coria, Luciano Monteros (el changarín que fue herido y que está acusado de ser el entregador). Personal de la ex Brigada está tras los pasos de al menos otros dos jóvenes que habrían participado en el hecho.

Acuerdan más medidas de prevención

“La reunión sirvió para coordinar la actividad preventiva que debemos ofrecer como Estado con la parte policial y ellos a su vez solicitar el asesoramiento en cuanto a lo que es el manejo de las personas que ellos contratan como seguridad para ese ámbito privado”, aseguró el secretario de Seguridad Luis Ibáñez luego de presidir una reunión con los responsables de la comisión directivo del Mercofrut.

El encuentro se realizó luego de que los comerciantes del centro de compras hicieran público el reclamo por mayor seguridad. “Por parte del Estado vamos a colaborar con la seguridad y vamos a continuar con los operativos ya sean en el interior de todo lo que es el espacio de mercado, más en los accesos que tiene”, comentó. “Fue una reunión fructífera porque se mantuvo un diálogo abierto para la coordinación que tiene que llevar tranquilidad a los puesteros y a las personas que concurren a ese centro comercial”, añadió Ibáñez.

El presidente del Mercofrut, Eduardo Martin, sostuvo que se acordó hacer una reunión en conjunto con la seguridad del mercado y la fuerza provincial con el objetivo de hacerla más eficiente.

“Si bien tenemos seguridad propia, no es la suficiente para la gran concurrencia de personas que hay a diario. Ahora tenemos la colaboración del Gobierno, que nos asiste porque no es solo para el productor; el mercado es un concentrador donde se reúnen tanto compradores locales como de otras provincias. Diariamente hay 3.600 personas aproximadamente”, señaló el presidente.

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