Aguas servidas, problema de salud

09 Abril 2023

La acumulación de agua potable o de líquidos cloacales en diferentes lugares genera inquietudes por riesgos para la salud de la población, en especial en estos momentos críticos por la epidemia de dengue. En este sentido, un informe de la responsable de luna docente de la cátedra de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNT da cuenta de los problemas que pueden causar las aguas servidas, tanto las cloacales como las aguas grises, contaminadas con aceites y otros productos químicos.

El contacto con estos líquidos puede generar desde infecciones cutáneas, diarreicas, hasta casos de hepatitis y enfermedades oculares, como la conjuntivitis, explicó la médica, que agregó que en el caso de las aguas cloacales pueden darse afecciones más severas. Y los contagios se pueden dar “a través de la piel, cuando se camina sobre aguas servidas, o también ocurre cuando la red cloacal no está en buenas condiciones, y tenemos aguas servidas en la vía pública”, según explicó, Además, las vías respiratorias, en ocasiones, pueden ser vías de contagio. Las oficinas del Siprosa podrían tener información sobre estos efectos, si los hay, en la población que vive en los sitios afectados por los desbordes cloacales.

En febrero pasado se dio cuenta de tres grandes focos de derrames cloacales en la capital: uno en avenida Ejército del Norte; otro sobre calle Viamonte y Colombia que corre por Campo Norte; y otra laguna en Blas Parera al 700. Entonces se anunció que estaban previstas obras de renovación de colectores cloacales. Pero se explicó que casi todas las cañerías de la periferia capitalina son de hormigón comprimido, un material que se degrada con el tiempo, y que tienen una antigüedad de 60 años. Al haber cumplido su vida útil, colapsan. “Nosotros les realizamos limpieza periódica con camiones desobstructores pero llega un momento en que el caño se desintegra y se derrumba por lo que hay que hacer cambio de colector. Cuando ya es insostenible las reemplazamos por PVC”, dijo un funcionario, que agregó que hay zonas –como la avenida Ejército del Norte- en las que la falta de desagües pluviales hace que cuando llueve el agua se vaya a las cloacas y se produzcan “desbordes puntuales”.

Así las cosas, las autoridades afirman que se están cambiando cañerías con el programa Argentina Hace y que se está refuncionalizando la planta de tratamiento de San Felipe con nueva tecnología, y que se está poniendo a punto de la planta de tratamiento de San Andrés, así como la de Concepción. Cabe preguntarse si esto es suficiente en estos momentos de emergencia. No hace mucho, en 2019, el titular de la SAT decía que en cinco años se planeaba tener “un servicio saneado”. En esos momentos se comenzó a inyectar fondos a la empresa para lograr eficiencia en sus tareas. Correspondería ver cómo va la programación para llegar a la normalización. Como dijo la médica consultada, tener una red cloacal en condiciones, así como plantas de tratamientos de aguas residuales adecuadas, es clave para evitar la exposición de los ciudadanos a posibles focos infecciosos.

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