Elecciones 2023: cortocircuitos en el poder

La dupla gobernante aceitará la maquinaria electoral para el sprint rumbo al 14 de mayo. Las pujas internas, los correctivos y la ansiedad.

 LA GACETA / PROCESAMIENTO DE IMAGEN: DANIEL FONTANARROSA LA GACETA / PROCESAMIENTO DE IMAGEN: DANIEL FONTANARROSA

Es martes y Juan Manzur espera visitas. En su despacho, el gobernador aguarda la llegada de cinco de los integrantes del “Grupo de los 6”, los principales referentes de la actividad económica de la Argentina. Afuera llueve. La calma inexpresiva del mandatario se interrumpe cuando siente una explosión muy cerca de su oficina en el primer piso de la Casa de Gobierno. Un cortocircuito eléctrico movilizó a varios funcionarios que salieron de sus despachos asustados por el incidente. “Suban la perilla”, ordena Manzur. No era posible hacerlo. El sistema eléctrico estaba en corto. La energía tardo en reponerse. Era el sexto incidente de estas características que se produjo, en menos de dos meses, en el edificio que tiene más de 108 años de existencia. La solución llegará en el transcurso de la semana que viene. Tres cajas independientes entre sí evitarán otros sofocones. Habrá más fusibles. Paradójicamente el oficialista Frente de Todos necesita energía para poner en marcha el sprint en las tres secciones electorales. En el Este y en el Oeste, las listas oficiales y los acoples están aceitados, pero necesitan combustible. El surtidor abrirá sus puertas en los próximos días, tal como lo prometió el jefe de campaña hace poco más de una semana en la cumbre que se hizo en la casa que la diputada y candidata a intendente capitalina, Rossana Chahla, tiene en Raco.

El número mágico es 150.000. Esa es la cantidad de votos que se proyecta, como piso, dentro del Frente de Todos para que se garantice el triunfo en la elección del 14 de mayo, en cada una de las secciones electorales de Tucumán. Manzur tiene en su poder algo que llama “la libreta del almacenero”. Es nada más y nada menos que un cuadro de resultados electorales en cada circuito. La experiencia de 2015 ha sido reveladora para la fórmula que integra con el hoy vicegobernador Osvaldo Jaldo, y candidato a la sucesión por el oficialismo, en un enroque corto con Manzur. En 2019, ambos estuvieron enfrentados, pero la colisión interna les sirvió para medir lealtades propias y ajenas. “Hoy todos tienen que jugar para el mismo equipo y nadie debe sacar los pies del plato”, viene repitiendo el gobernador, un discurso que también suele repetirlo el vicegobernador en cada reunión. El corte de boleta es una situación que inquieta y en la Capital suben la vara a 160.000 sufragios que es la cantidad aproximada que se obtuvo en los comicios pasados.

A ninguno de los dos le cayó en gracia el renovado enfrentamiento entre el ministro de Obras Públicas, Fabián Soria, y el secretario de Coordinación de esa área, Marcelo Caponio, por el ritmo del financiamiento para ejecutar trabajos. Ambos serán candidatos a legisladores en la Capital. Este cortocircuito crispó a la dupla gobernante, que ya aplicó los “correctivo” para que el choque no se repita, al menos hasta mediados de mayo. Al admitir la demora en el arribo de fondos, Soria incomodó a otro ministro que desistió de pedirle explicaciones para no subir la espuma interna en el gabinete.

La que se viene será una semana de mucho nerviosismo, menos relajada que la anterior en la que Manzur trató de capitalizar la cumbre con el empresariado más representativo del país en su afán de constituirse en el eje político de esta parte del país. El ex jefe de Gabinete envió un mensaje directo a la Casa Rosada e impactó en el corazón del albertismo. Ese fue su objetivo. Ahora planea convocar a la cúpula de la CGT, otro de los aliados que el médico sanitarista supo cosechar en tiempos de ministro nacional. La central obrera recuperó la memoria para acordarse que la inflación golpea el bolsillo de los asalariados y planea salir a la calle el 1 de mayo, lo que sería la que implicaría soltarle la mano a la gestión de Alberto Fernández. Manzur sigue de cerca estos movimientos, pero no viajará a Buenos Aires. Ya no pisa el edificio de Balcarce 50, como tampoco menciona, en público, a su amigo Alberto. Lo mira de reojo en la TV.

Pero para volver a la marquesina política nacional, Manzur necesita ganar bien en su territorio. De allí que sostiene que su lugar es Tucumán y que él es el jefe de campaña. Jaldo lo acompaña todas las tardes y noches cuando deben encabezar actos proselitistas en esta ciudad y en cualquier punto del interior. Pero el vicegobernador está ansioso y preocupado. Las intervenciones judiciales de la oposición para rechazar la postulación del actual mandatario como vicegobernador para el próximo turno y la que reclama la suspensión de los comicios son los motivos de aquella inquietud del tranqueño. Manzur responde que todo eso es “cosa juzgada” y que, por lo tanto, ambos planteos no serán tomados en cuenta por la Corte Suprema de Justicia de la Nación más allá de la esperada lluvia de impugnaciones opositoras hacia su postulación. El miércoles será el “día D”. Ese día, las agrupaciones deben oficializar candidatos y acoples. Dos días después expirará el plazo para impugnar postulantes y arrancará oficialmente la campaña. El Gobierno también tendrá que decirle adiós a las inauguraciones.

El oficialismo aguarda el sondeo que el consultor Hugo Haime les revelará a la dupla gobernante, lo que será el punto de partida para establecer con qué expectativas electorales arrancará aquella campaña. Las encuestas que se manejan hoy en el oficialismo son ajenas y marcan un triunfo en la provincia y una dura puja en la Capital. Los operadores oficialistas advierten que, a diferencia de otras elecciones, en ésta el peronismo arrancó con menos diferencia en los sondeos en San Miguel de Tucumán y que todo dependerá del comportamiento de los referentes territoriales para evitar cortes de boleta, sin dejar de mirar la conducta de los radicales con la oferta de continuidad de gestión del alfarismo.

La Casa de Gobierno necesita tener todas las luces prendidas. La dupla gobernante no quiere más cables pelados en la estructura ni cortocircuitos internos. Sólo la puja con Juntos por el Cambio. La elección en Tucumán es seguida de cerca por los operadores políticos nacionales. Se trata de la primera batalla en un distrito con incidencia relativa en el contexto nacional, pero que marcará el rumbo para orientar los próximos enfrentamientos rumbo a las PASO, allí donde quiere llegar el propio Manzur.

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