10 Abril 2023
Gordillo, junto con el defensor Macario Santamarina. Atrás, Solange Manzaráz Beltramino. LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO
Lucas Gordillo, el principal acusado, reconoció esta mañana haber matado a Pablo Mariotti en febrero de 2020.
Como lo había anticipado LA GACETA, estaba previsto que el imputado, de 30 años, haga uso de sus últimas palabras en el tramo final del juicio oral por el crimen del joven, de 36 años. Eso ocurrió hoy en una de las últimas audiencias que se realizarán en tribunales de calle España al 400, en la capital.
El imputado dijo que era el responsable del hecho y que había pactado con Mariotti encontrarse en la vivienda de Lamadrid al 1.300, en la capital. De esa forma, intentó restar participación en el caso a los otros acusados: Alexis Yamil Salis, Rolando Jesús Morán, Solange Manzaraz Beltramino, José Miguel Escudero y Ramón Osvaldo Manrique.
Gordillo contó frente a los jueces, respondiendo a las consultas de la fiscala Marta Jerez, que había utilizado un cable para atacar a Mariotti, entre otras referencias. También sobre la relación comercial con Mariotti.
El imputado explicó que, después de una pelea con la víctima, lo redujo, lo tiró al piso y lo ahorcó con un cable que tomó del piso.
Según esa versión, el crimen se registró el miércoles 5 de febrero de 2020 en la casa de Lamadrid al 1.300. Dijo que Yamil Salis y Rolando Morán lo habían ayudado, el viernes 7 por la noche, a trasladar el cuerpo a una propiedad de la zona sur de la capital, donde lo enterraron. Aseguró que Solange Beltramino nunca supo lo que pasó con la víctima.
A continuación, la fiscal formuló una nueva acusación por hechos diversos contra Morán, Escudero y Manrique. Para la investigadora, estos colaboraron con un hecho ilícito cometido previamente por otra persona. Agregó que Morán tuvo una participación más activa, según comunicó el Ministerio Público Fiscal (MPF)
El debate proseguirá mañana martes 11.
La hipótesis fiscal estableció que el crimen ocurrió entre el 5 y el 7 de febrero en la casa de la víctima. Lo habrían estrangulado utilizando sogas. Días más tarde se encontró el cuerpo enterrado en un taller de Olleros al 100, al sur de la capital.
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