El mal comportamiento en los estadios

13 Abril 2023

Que el comportamiento de ciertos espectadores en las canchas de fútbol dista mucho de ser correcto resulta una verdad de Perogrullo. Que pese a los esfuerzos dirigenciales de lo clubes, las situaciones de este tipo se multiplican, también. Que los operativos de seguridad dentro de un campo de juego se ven vulnerados una y otra vez es un despropósito. Pero a esta altura de los acontecimientos vale preguntarse si lo que sucede no es una falla en el armado de un operativo de seguridad.

En un espectáculo deportivo, que en principio debería disfrutarse, resulta terrible y vergonzoso que haya que tener cuatro policías en una esquina de la cancha cuando un jugador del equipo adversario va a patear un córner, porque lo escupen, le tiran tapitas de bebidas y objetos más o menos contundentes. Hay casos puntuales en ese sentido que se vienen dando en los partidos de Atlético Tucumán en el Monumental “José Fierro”. Se sabe el delicado momento deportivo que vive el club, por resultados que lo mantienen en el fondo de la tabla de posiciones de la Liga Profesional. Se conoce cuánto esto fue elevando la “temperatura” de los hinchas. Y aunque se reconoce el aguante que le hacen al equipo con su presencia en las tribunas y con el aliento, hay actos que no se pueden soslayar. Porque no se puede hablar de apoyo si en determinadas circunstancias todo lleva a actos violentos, que para peor le generan un perjuicio económico al club. En cualquiera de los casos ya hablamos de caminos errados. En febrero de este año, luego de que algunos hinchas viralizaran imágenes de otros simpatizantes golpeando los vidrios del sector de plateas del Monumental (actos que se sumaron a múltiples malos hábitos en el resto de las tribunas), la dirigencia de Atlético anunció que comenzará a aplicar el derecho de admisión para todos los que pongan en riesgo el normal desarrollo de los partidos. “Su mal accionar pone en riesgo a jugadores, árbitros y personal que se encuentra trabajando en el césped, y expone a nuestra institución a sanciones deportivas y económicas a cargo de las autoridades pertinentes”, explicó la comisión directiva en un comunicado. Está a la vista que la medida y las advertencias no están surtiendo efecto. Que las mentadas fallas en seguridad se hacen cada vez más ostensibles y que nunca hay que descartar que las cosas pueden pasar a ser más lamentables. Hay que recordar episodios más violentos, como el crimen del hincha en San Martín de 2022, cuando los equipos de seguridad dijeron que habían tenido cubierto el anillo de seguridad, cuando no era así.

Todo lleva a sostener que no parece haber estrategias para frenar las manifestaciones menores de violencia. Las normativas deportivas en los estadios deben caer con el rigor del caso sobre aquellos que cometen actos violentos. El “aquí no ha pasado nada” no ayuda a nadie. Hay clubes en el país que están dando el ejemplo, cuando sus simpatizantes vulneran las normas de comportamiento. Es en el ámbito institucional donde todo debe ser analizado y definido. Y, a partir de ello, brindar las respuestas que se necesitan.

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