“Cada noche, antes de ir a dormir, le pido a mi abuelo que me dé una mano, una buena... Eso hice el martes, porque sabía que al otro día se sorteaba el auto. Ni pensé en la tarjeta de los Números de Oro... A la mañana mi mamá me despertó y me dijo ‘vení a controlar porque parece que has ganado’”, relata con gran alegría Esteban Sebastián Moyano (38 años), que se convirtió en el ganador del pozo acumulado de $1.100.000 del tradicional entretenimiento de los tucumanos.
“Es una bendición; es una gran sorpresa y una gran ayuda para la familia”, dice. Esteban es soltero y no tiene hijos; vive con su madre, dedica a la aerografía y a tatuar, aunque -afirma- hace un poco de todo.
“Seguro que uso el dinero para pagar algunas cuentas mías y de mi mamá, arreglar la casa y armarme un tallercito... Por lo pronto, acá en casa ya me han dicho que elija si quiero pagar un asado, una humita o un pescado para celebrar”, adelanta.