El fútbol y la dinámica argentina

17 Abril 2023

El fútbol es aquel deporte que nos devuelve hoy a los argentinos una imagen con dos caras. Extrapolando lo que sucede en él, uno de esos perfiles se ve casi idéntico a los sucesos actuales del país en aspectos tales como lo político, lo económico y lo social. El particular ejercicio permite extraer conclusiones.

Hay un panorama, el de puertas afuera, en el que el fútbol asoma con un panorama perfecto y se perfila como un ejemplo de cómo deben hacerse las cosas. Los detalles huelgan: la Selección ubicada en lo más alto; jugadores que asumen roles protagónicos; dirigentes a la altura y entrenadores que se hacen sentir. Lo del equipo, luego de las conquistas de la Copa América, de la Finalissima y del Mundial de Qatar, se completó en días recientes con el N°1 en el ranking mundial. La “frutilla” de este “postre” podría ser la sede del Mundial Sub-20. Todo esto es muy distinto si tomamos la proyección del país hacia el mundo: deuda externa abultada, descreimiento de los inversores, falta de crédito, fuga de capitales e incipiente aislamiento.

Es puertas adentro donde los dos aspectos se parecen. Utilizando figuras futbolísticas, asoman los demonios con pésimos manejos económicos e institucionales en clubes; accionar deplorable de hinchas e intrigas dirigenciales y árbitrales. El paralelismo sobre la realidad nacional es asombroso, e inquietante.

Son varios los factores que inciden de forma negativa en el panorama doméstico, lo que convierten al fútbol en una actividad multirreferencial para lo que está sucediendo en el país. Sabido es que ante las crisis económicas y sociales, no hay actividad humana que no se vea afectada. En este caso, el deporte no es una excepción.

Así, las críticas situaciones económicas -aventadas por los pésimos manejos dirigenciales- que viven muchos clubes son una muestra de que las cosas no están bien. En este sentido, el avance de la política y del gremialismo en sus conducciones sumó más complicaciones que soluciones. El creciente descontento y los “aprietes” de los hinchas agregan pólvora al momento. Por citar un caso, en San Martín hubo un hecho de estas características, que fue minimizado por la directiva pero que encendió luces de alerta. Mientras, los actos de violencia de los fanáticos no cesan: entre los más recientes, están los registrados en Rosario en ocasión del clásico de esa ciudad, o los hechos ocurridos en partidos en la cancha de Atlético, cuando se arrojaron al campo de juego todo tipo de objetos.

Siempre se sostiene que lo que está bien hecho debe actuar como ejemplo. Las pasiones en torno al fútbol hacen difícil que las buenas cualidades se puedan transmitir como debieran. Lo mismo sucede en el campo político. No obstante, queda claro que los desaciertos no tienen la misma implicancia en un campo y en el otro.

La contracara de una realidad y de otra nos invade en el día a día y nos pone como argentinos ante un espejo que devuelve imágenes contradictorias. Como en todos los órdenes de la vida, ser capaces de encontrar un punto de equilibrio, desde el trabajo conjunto, el entendimiento, la mesura y la perseverancia, es un “juego” en el cual todos debemos participar y al cual todos necesitamos contribuir.

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