Prohibición relativa

Al amparo del decreto 3404/1, la ley 7.876 y el Código Electoral Nacional, este 14 de abril se inició la prohibición de inaugurar obras públicas, así como lanzar proyectos y programas en la provincia, que se orienten expresamente a la captación de sufragios el favor de alguno de los candidatos; aunque las disposiciones estipulan la expresión “se inicia” mas no especifica hasta cuándo. También las normas consideran no efectuar gastos publicitarios 30 días antes de los comicios, aunque el código electoral nacional determina 35 días. Esto último implicaría el retiro de la publicidad de las calles, así como los mensajes propalados por el sistema de información social, radio y televisión. La norma establece, tajantemente, tú no puede hacerse ningún tipo de publicidad hasta 48 horas antes del acto electoral, que se realizará el 14 de mayo. No obstante, tanto a nivel nacional como provincial se observa lo que países democráticos se considera actos de ética profesional la renuncia a los cargos públicos seis meses antes de los comicios programados, de tal manera que los funcionarios no dispongan de los instrumentos y del personal bajo su mando para efectuar actos proselitistas. Esta dimisión se torna lógica teniendo en cuenta que al estar como agente o autoridad el casi millón y medio de electores tucumanos paga el sueldo a los candidatos para que realicen sus campañas. Si no es un cese irrevocable, al menos que sea una licencia sin goce de haberes para estar libres de culpa. Ese acto concordaría con la declaración jurada que deben presentar obligatoriamente por ley en la que se estipula no tener causal de inhabilitación constitucional, legal o reglamentaria nacional o provincial y no ser deudor alimentario. Las disposiciones no especifican qué hacer con las gigantografías 48 horas antes de los comicios pues no debe haber ninguna publicidad que pretenda captar el voto al estar escrito el nombre de los candidatos, algo que incluso se observa en las paredes pintadas. En muchos de esos afiches se detectan errores jurídicos pues el nombre escrito aparece como gobernador cuando en realidad era el vicegobernador encargado de la gobernación. En conclusión, nos hace falta recordar el mensaje de nuestros maestros que nos incitaban a aprender a ver, pero sobre todo aprender a pensar, para darnos cuenta de la función que nos corresponde.

Fernando Sotomayor

J. B. Alberdi 139-3

San Miguel de Tucumán

Humor social

En referencia a lo publicado en LA GACETA el 06/04, pág. 5, mi opinión sobre lo manifestado por los tres señores intendentes Mariano Campero, Sebastián Salazar y Carlos Najar, son meras justificaciones carentes de real fundamento y sinceridad, pues, con sus dichos, no hacen más que pretender justificar sus holgadas situaciones económicas; si esto no es así ¿Cómo un funcionario público, sea nacional provincial o municipal, cualquiera sea su cargo, su haber mensual es hasta tres veces más de lo que percibe una maestra/o de primaria con 20 o más alumnos a su cargo? Si se trata del nivel secundario la diferencia es mayor y si pasamos al nivel universitario la diferencia es una vergüenza absoluta. Un ejemplo de esta opinión es la siguiente: La titular de Anses tiene un haber mensual de $600.000; la del PAMI, $ 500.000; el  titular de Desarrollo Social $ 500.000, y así funcionarios de otros organismos del Estado, mientras que profesores/as no llegan a $ 200.000; en cuanto a nivel universitario donde, amén del personal administrativo y maestranza, están investigadores, científicos, sabios, filósofos y muchos otros cultores de la educación; todos ellos, el haber que perciben es una verdadera burla y una subestimación. En cuanto a la clase política, todos aquellos que están en el gobierno de turno, o sea el oficialismo, sea nacional, provincial o municipal y ejerzan algún cargo, cualquiera sea su investidura, sus haberes mensuales son demasiado onerosos comparados con cualquier empleado público y es tan vergonzosa la diferencia que, en definitiva, en todo esto hay injusticia, privilegios e indolencia, total y absoluta. Concretamente, señores intendentes, para mí todo lo expuesto es “Mal Humor”. Para finalizar con el tema pregunto: ¿el asesinato del colectivero en La Matanza y el de un ministro en Catamarca, es esto humor social? Conclusión: hablar por hablar es fácil; lo más prudente es callar.

Rubén Albornoz

Pedro de Villalba 903      

San Miguel de Tucumán

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