El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, promulgó este martes la reforma jubilatoria que el Congreso convirtió en ley la semana pasada en base a una iniciativa del Gobierno.
La medida aumenta gradualmente la edad jubilatoria hasta los 65 años, permite la continuidad laboral aún después de tramitado el retiro y dispone de un “suplemento solidario” para los haberes más bajos, entre otros puntos.
Lacalle Pou rescató especialmente que los trabajadores puedan seguir trabajando luego de pasar a retiro, porque “esto genera un ingreso económico mejor” para los más vulnerables y permite que sigan “existiendo esos procesos de socialización que a veces los jubilados, cuando dejan de trabajar, lamentablemente pierden”.
Varias de las disposiciones -que generan beneficios- de la nueva ley comenzarán a aplicarse a partir de los tres meses de publicada la norma en el Diario Oficial.