Una inédita cirugía le devolvió la normalidad a la vida de una tucumana

Gracias a la intervención en el hospital Centro de Salud, una mujer de 66 años, que sufría incontinencia fecal, logra controlar sus esfínteres gracias a una aplicación.

ELI, junto a los médicos expertos en Proctología. ELI, junto a los médicos expertos en Proctología. Ministerio de Salud.
03 Mayo 2023

En Tucumán, una inédita cirugía logró que una mujer de 66 años mejorar considerablemente su vida.

Elsi Osorio tiene 66 años y hasta sus actividades más simples se vieron perjudicadas por un severo trastorno de incontinencia fecal. Hace 15 días recibió la cirugía que se practica por primera vez en el sistema público de la provincia y ahora ella está mejorando su calidad de vida notablemente, por medio de la aplicación de un aparato neuromodulador que la asiste para regular su esfínter.

Según detalla el Ministerio de Salud, en un artículo publicado, Elsi inició con sus problemas de salud en 2015: “Empecé con incontinencia, pero no la trataba por una cuestión de vergüenza, esto afectaba mucho mi vida social. Yo soy integrante del Coro de Adultos Mayores del Ente Cultural y vivía en Lules, tenía 40 minutos de viaje hasta capital y empecé a notar que ya no podía hacer ese trayecto porque a mitad de camino ya empezaba a sentir molestias y muchas ganas de ir al baño”.

En ese momento la paciente comenzó sus consultas en el área de gastroenterología, le indicaron varios estudios y tratamientos paliativos, sin mayores mejorías, hasta que llegó al Sanatorio Luz Médica asignado para su atención por la obra social PAMI, donde conoció al doctor León, quien en la parte pública se desempeña en el hospital Centro de Salud: “Le conté que hacía mucho tiempo que estaba con tratamiento, pero que no encontraba una solución y me dijo que fuera al Centro de Salud, allí conocí al equipo de Proctología y por primera vez pude soltarme y hablar sobre mi situación tan delicada”.

Es allí cuando en el hospital Centro de Salud comenzaron a estudiar el caso de Elsi, le practicaron todo tipo de estudios relacionados con el funcionamiento de su intestino y la refirieron con la doctora Capelli, única en Tucumán que realiza manometrías, estudio que mide la sensibilidad del intestino: “Allí pudo detectarse que tenía un altísimo porcentaje del intestino sin sensibilidad, ese era el motivo por el cual tenía incontinencia fecal. Ese estudio que me indicó la doctora Susana Bruzzi, hizo que determinara que yo era candidata para un neuromodulador”.

“La doctora Bruzzi tiene la calidad de una verdadera profesional comprometida, para mí ha sido esencial, porque tiene además calidez humana, muy importante para poder entender, estoy sumamente agradecida a ella que me acompaña en todo desde 2017. Este año, después de un largo camino de gestiones, PAMI decidió aprobar mi pedido del aparato, que tiene un costo de 20.000 dólares”, contó, a la vez que destacó se consideró al hospital Centro de Salud como el único con las condiciones y profesionales requeridos para la operación.

A Elsi le colocaron un marcapasos provisorio: “En los primeros 15 días comenzamos ya a notar una diferencia, con este marcapasos y un celular que se conecta con Bluetooth, la doctora pueda ir marcando hasta dónde es la sensibilidad que tiene el intestino, si me molesta o no, si me siento cómoda o no y empezamos a encontrar las medidas justas, comencé a sentir que ya no me pasaba lo que antes, yo no podía desayunar y salir a la calle, antes me tenía que quedar en el lugar para ir automáticamente al baño, si iba a algún lugar donde me hiciera frío me generaba esta sensación de necesidad urgente de ir al baño y a partir del momento de la operación empecé a notar que ya no pasaba, que podía ir a tomar algo y quedarme y no tener pérdidas en la calle”.

El viernes de la semana pasada Elsi recibió el paso definitivo: “Esto está dentro de la piel, yo voy al teléfono que está conectado por Bluetooth al aparato que hace que yo regule mi intestino, esto controla mi esfínter, yo lo voy midiendo y esto lo regula. Esta condición lo que más ha afectado es mi vida social, tener estos inconvenientes en la calle hacía imposible que pudiera trabajar o hacer alguna cosa que quisiera y ahora tengo, podría decir, una vida normal”.

“Estoy muy agradecida, sobre todo porque recibí este tratamiento -que fue mínimamente invasivo- en un hospital público, por la calidad de la institución y del trato de la doctora tan humana, por la forma en que todos los profesionales me han tratado, estoy muy muy muy agradecida, porque he vuelto a tener con esto una mejor calidad de vida”, manifestó emocionada.

La jefa de la unidad de Coloproctología del hospital Centro de Salud Zenón Santillán, médica cirujana especialista, Susana Bruzzi, comentó que la cirugía que junto a su equipo realizaron hace 15 días se denomina neuromodulación sacra y se indica en diagnósticos de incontinencia fecal severa: “Si bien esta es una patología relativamente frecuente en la población, es la primera vez que una paciente tucumana puede acceder a esta tecnología para el tratamiento de la incontinencia fecal”.

El tratamiento, definió la especialista, es considerado de primera línea en la actualidad a nivel mundial, si bien el primer paso de captación del paciente, es muchas veces el más difícil, ya que se trata de una patología que genera vergüenza, lo cual hace que los pacientes se acerquen poco a hablar sobre su problemática a los servicios de salud: “Para poder comenzar un camino de tratamiento, los primeros pasos incluyen el estudio de la patología, poder determinar qué grado de severidad tiene, cuánto impacta en el paciente y si está asociada a algunas lesiones previas o no. Una vez que esto se define es cuando empezamos a barajar las alternativas de tratamiento”.

La incontinencia fecal, explicó la especialista, tiene varios grados y con base en eso tiene varias alternativas de tratamiento. En la actualidad la neuromodulación sacra es el tratamiento de elección a nivel mundial, aunque en Argentina no se realiza en muchos lugares, lamentablemente. “Dentro del hospital Centro de Salud es una patología que empezamos a tratar ya hace unos años mediante la consolidación de un consultorio específico para tratamiento de trastornos del piso pelviano, la incontinencia fecal quizás es la patología más frecuente o más llamativa que motiva la consulta, pero hay también otras patologías que necesitan ser tratadas por un consultorio multidisciplinario y muy especializado”, aclaró.

“Esta patología afecta más a la población femenina, en pacientes masculinos es bastante infrecuente. La edad es otro factor a tener en cuenta, a partir de los 45 o 50 años cuando las mujeres entran en una etapa de menopausia los síntomas se intensifican y aparecen las patologías como esta que es de origen multifactorial, una de las causas principales son los eventos obstétricos de embarazo y de parto que tuvo la paciente y después, por supuesto, la pérdida de hormonas a partir del periodo de menopausia, junto a otros factores asociados”, detalló al tiempo que agregó la obesidad y los antecedentes de cirugías urológicas, ginecológicas y proctológicas van sumando para determinar que las pacientes a partir de los 50 años en adelante puedan empezar a desarrollar síntomas de incontinencia.

Respecto a la cirugía, Bruzzi comentó que a su criterio lo más importante es el estudio exhaustivo de cada paciente para determinar quiénes se van a beneficiar realmente de la terapia y adecuar qué tipo de terapia es el indicado para cada paciente: “Una vez que la persona llega al diagnóstico de que tiene una incontinencia fecal severa -la cual se define como la pérdida involuntaria de materia fecal y/o de gases- va a precisar de un tratamiento, en este caso tecnológico. La neuromodulación sacra es la estimulación de las raíces nerviosas sacras S3 que inervan principalmente toda la parte sensitiva como motora del periné, que cierra la cavidad abdominal hacia abajo, tanto en varones como mujeres”.

“El periné es músculo, es tejido conectivo, está ricamente inervado y necesita de esa estimulación nerviosa correcta para cumplir con diferentes funciones, entre ellas la continencia. La cirugía tiene dos etapas, la primera es de prueba, se utiliza un equipo de radioscopía de última generación que facilita esta tecnología, determinando el único sitio anatómico de colocación dentro del quirófano, lo cual también requiere de cierta expertise por parte del equipo quirúrgico a cargo para colocar correctamente los electrodos”, contó a la vez que detalló se hace bajo una anestesia local suave.

Luego de la primera etapa de prueba, que testea la respuesta tanto sensitiva como motora, se coloca un marcapasos transitorio durante aproximadamente entre 10 a 15 días, para que, una vez monitorizado y obtenida una respuesta favorable, se proceda a la colocación del marcapasos definitivo, que es un aparato pequeño de tres por tres centímetros, que se coloca en el tejido celular subcutáneo, en la región glútea puntualmente.

“Esta es la primera vez que se realiza una cirugía de estas características en Tucumán en el hospital público y es el segundo caso dentro de la provincia. Nos interesa que la comunidad tenga acceso, que sepan que en un hospital público de Tucumán se realiza tanto el diagnóstico como el tratamiento adecuado de este tipo de patología, no todos los pacientes serán candidatos a esta terapia, pero quienes lo requieran pueden a través de medios públicos conseguir la aparatología de última tecnología para que se pueda hacer realidad su tratamiento”, reflexionó.

El equipo de la unidad de Coloproctología, dependiente del servicio de Cirugía General, está conformado además por Osvaldo Noriega, Gustavo Molina, Pablo Chávez y Jorge Salomón. Se destaca así también la participación de las ostoma-terapeutas, Isabel y Pilar. Cabe enfatizar el trabajo de Eugenia Capelli, que si bien no trabaja puntualmente en el hospital, es la gastroenteróloga especialista en motilidad, que hace la parte de apoyo gastroenterológico de todos los pacientes de la unidad.

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