Y ahora, ¿quién es el jefe?

EN CASA DE GOBIERNO. Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, en conferencia de prensa. EN CASA DE GOBIERNO. Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, en conferencia de prensa.

La semana más turbulenta de la campaña electoral dejó las elecciones pospuestas y sin fecha; al gobernador Juan Manzur fuera de la fórmula del Frente de Todos (FdT); a un nuevo candidato a vicegobernador en el oficialismo; al peronismo movilizado y a la oposición de Juntos por el Cambio (JxC), envalentonada. El escenario político se remeció una vez más en Tucumán y el panorama electoral se enturbió. Al menos hasta el cierre de esta columna había especulaciones mas no certezas sobre qué día se votará para renovar la totalidad de los cargos electivos.

Tras los espasmos iniciales,instintivos, puertas adentro de los espacios mayoritarios recién están digiriendo las consecuencias de la cautelar dictada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que suspendió los comicios locales. Este fin de semana, todos salieron frenéticamente y multiplicaron actos y caminatas para capitalizar lo que, estiman, podría ser el tramo final de la campaña. Post sorpresa, los discursos triunfalistas coincidieron en ambos armados: unos más teñidos de enojo y de necesidad de revancha; los otros con tintes más de entusiasmo y de nueva oportunidad.

Los acontecimientos -enmarcados en un año electoral en el que naturalmente habría cambios- generaron que la dirigencia de ambas estructuras miraran hacia arriba y se replantearan los liderazgos.

En el Frente de Todos

“Yo soy el jefe…Yo soy el jefe de campaña”. El bramido (y esa pausa entre frases) de Manzur resonó el viernes ante los candidatos y militantes que estaban en la plaza Independencia. Pocas horas antes y a metros de allí, el gobernador había anunciado su renuncia como postulante a la vicegobernación. A la luz de los hechos, la judicialización y la confrontación entre el Gobierno nacional y la Corte, este final era uno de los posibles. Aún así fue un golpazo para el oficialismo y, sobre todo, para el manzurismo. Y lo hubiese sido para cualquier fuerza, a cinco días de una elección. Sucede que en el entorno del gobernador estaba prácticamente descartada la posibilidad de que el máximo tribunal se pronunciara en contra y cuentan cerca de su despacho que el propio Manzur tranquilizaba a quien le consultara al respecto.

Aunque para afuera halaguen la reacción del justicialismo, el “acto de grandeza” de Manzur de bajarse de la lista para destrabar la situación y la selección de un reemplazo acorde (Miguel Acevedo), figuras importantes de ese armado reconocen off the record el fuerte impacto que tuvo esta semana en el PJ.

Si bien Manzur y Osvaldo Jaldo se mantienen y muestran unidos y en concordia, las opiniones son distintas dentro del manzurismo y del jaldismo. Las aguas estuvieron divididas en toda la previa electoral y eso se ha acentuado en las últimas horas. Hay una máxima en la que coinciden: repiten que el peronismo es leal con quien tiene el poder. Y ese precisamente es el problema ¿Quién lo tiene en esta instancia? Entre los afines al ex jefe de Gabinete sostienen que históricamente el gobernador es el que lo ejerce, por su cargo. Afirman que Manzur se mantiene como el conductor único mientras dure su mandato (hasta octubre) y que los hechos no lo han debilitado. Dicen que, por el contrario, el rol que ejercerá será clave para el resultado y que confían en que será un triunfo. Aseguran que el médico podrá, inclusive, capitalizar este revés y volver al ruedo nacional como un “proscripto”.

Respecto del futuro del primer mandatario hay incertidumbre y esto abruma a sus seguidores que no confían en que Jaldo los cobije si es que Manzur se va de la provincia. Aseguran en la Casa de Gobierno que si Pablo Yedlin, cabeza de la lista oficial por la Capital, gana una banca legislativa, Manzur podría reemplazarlo en el Senado. En el remoto caso de que eso no suceda, analizan, no miran con desagrado que el titular del Ejecutivo pueda liderar la lista de postulantes para diputados nacionales. Esos comicios nacionales están a la vuelta de la esquina y abren otras posibilidades ¿Quién se perfilaba para esa nómina? Acevedo, el nuevo candidato a vicegobernador.

En el jaldismo consideran que Manzur sí perdió poder y afirman que Jaldo, en cambio, lo mantuvo. Aseguran que su último acto de autoridad fue sentar al ministro del Interior como su reemplazo. Opinan que su referente emergerá de este conflicto como el jefe del oficialismo y que se consagrará como tal si es que es elegido. Afirman que si bien puede haber una relativa bicefalía durante un tiempo más, la pérdida natural de poder se irá acentuando tras el acto comicial y el eje del poder irá trasladándose paulatinamente. “El lunes después de las urnas seremos todos jaldistas”, bromeó un hombre del peronismo que vadea entre ambas líneas.

En Juntos por el Cambio

Germán Alfaro estuvo en boca de todos en los últimos días. Inclusive, en la de los militantes justicialistas que le dedicaron cánticos de rechazo en la plaza Independencia. El intendente capitalino y candidato a vice de JxC apostó y fue a la Corte en soledad. En el alfarismo destacan que su representante máximo tiene olfato político y sigue siempre sus instintos.No olvidan que, cuando comenzaron a analizar el recurrir a la Justicia, nadie dentro de JxC los acompañó.

Todavía sorprendidos, celebran por haber bajado de la fórmula competidora a Manzur. En esa pata opositora respiran aliviados porque, entienden, esta es una prueba contundente de la fidelidad de Alfaro a JxC y que ya no hay motivos de desconfianza. Entienden que tuvo que pasar por varias pruebas -incluída su declinación a su postulación a gobernador- para ser finalmente admitido por los radicales y esperan que, sobre todo, lo sea por el electorado más duro de esa fuerza.

Los festejos se generalizaron en todo el armado rápidamente. En el sanchismo entienden que la dupla que encabeza Roberto Sánchez se reposiciona. En los entornos de los dos aseguran que ahora las expectativas cambiaron: sostienen que pasaron de querer lograr una buena elección a trabajar para ganarla. Esto implica que tendrán que replantear la campaña y comenzar de nuevo. El tema se ha nacionalizado y tanto Alfaro como el ex diputado y postulante legislativo José Cano, tuvieron apariciones en canales nacionales. Esperan que esto se multiplique pronto.

¿Quién es el jefe en JxC? en las dos ramas dicen que por ahora se complementan y las circunstancias los han vuelto más competitivos juntos. Ven en Sánchez al candidato opositor como un fenómeno, de gran aceptación social y que no deja de crecer en las encuestas y en Alfaro nada menos que a un líder político. Consideran que no tenían tantas chances desde la dupla José Cano-Domingo Amaya (2015).

El “por ahora” resuena. En el sanchismo consideran que su referente se proyectará para encabezar un nuevo gobierno. En el alfarismo creen que esta situación catapulta a Alfaro como el principal opositor.

En el FdT y en JxC las conducciones bicéfalas parecen mantener el orden y, si bien el escenario se movió, es muy prematuro para las determinaciones ¿Cuándo puede haber definiciones? Los liderazgos saldrán de las urnas

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