Soy un contribuyente que está al día con el pago de sus impuestos. Cumplir con las obligaciones impositivas para mí es una prioridad. Es tan cierto lo que afirmo y lo sostengo con las boletas en la mano, que por un error involuntario pagué dos veces la misma boleta del impuesto automotor. Al concurrir a Rentas para que me reconozcan el pago del siguiente mes (no pretendo que me devuelvan el dinero), me encontré con una desagradable situación. Grande fue mi sorpresa el martes 9 de mayo, cuando llegué a las oficinas de la Dirección General de Rentas y fui pésimamente atendido por la empleada de Mesa de Entradas y su respectivo jefe. Era el único ciudadano que esperaba para hacer ese tipo de trámite; sin embargo, me hicieron esperar más de dos horas para devolverme las boletas originales que había presentado. La mala actitud y la pésima manera en una empleada pública frente a los contribuyentes que estamos al día no tienen justificativo. Estoy convencido de que esa no es la forma de tratar a quienes nos ocupamos de pagar en tiempo y forma nuestros impuestos. Gracias a ese dinero, ellos pueden cobrar sus sueldos.
Miguel Ángel Velárdez
Corrientes 3.549
San Miguel de Tucumán






















