En busca de respuestas ante la violencia en las escuelas

20 Mayo 2023

Los episodios ocurridos en los últimos días en tres escuelas y en el ámbito universitario, en los que estudiantes fueron con armas o balas a clases, generaron gran inquietud en nuestra comunidad. Las situaciones extremas vividas por el alumnado han tenido respuestas en cuanto a que se actuó de inmediato, pero no hubo explicaciones, porque pese a que hay protocolos vinculados con la convivencia, no había antecedentes, según lo señalado por las autoridades. “Es una situación que no tiene precedente; por lo tanto es necesario abordarla con los alumnos y los padres de la mejor manera y de forma multidisciplinaria para que no vuelva a ocurrir”, dijo el representante del área legal del Ministerio de Educación.

Si ya un caso de estudiante armado debería hacer que se activen las alarmas, más preocupante debería ser que se haya dado esta circunstancia llamativa de tres casos cercanos en el tiempo. Este martes ocurrió en la Escuela Técnica 1 de Monteros (donde un estudiante llevó un arma de aire comprimido y amenazó a sus compañeros) y el miércoles en la Escuela Superior de Educación Artística (donde los alumnos descubrieron que un compañero tenía un arma cargada en su mochila). Otro episodio denunciado no fue comprobado. Sí hubo inquietud, por otra parte, en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Tucumán, en la que los estudiantes denunciaron el viernes que un compañero había ido armado. En la requisa se encontraron dos armas blancas y tres sobres con balas dirigidos a distintas cátedras. El episodio dio lugar a momentos de temor en la comunidad de esa facultad, ante el rumor que circuló en días posteriores de que podrían ocurrir situaciones similares. Las autoridades de la UNT aseguraron que se pondría énfasis en la mejora de la seguridad, mientras que la Justicia actuó en el caso del alumno, que quedó internado provisoriamente en una institución de salud mental.

Las reacciones han sido variadas. Mientras los padres expresaron sus temores frente a las situaciones vividas por sus hijos, en el caso del estudiante de la escuela de Monteros se informó que sería trasladado a otra institución y que habría rondas policiales para preservar al alumnado; en cuanto a la ESEA, sólo se dijo que se esperaba ver medidas de la escuela pero que en Educación “manejan un nivel de tolerancia cero ante situaciones de violencia”. El mismo ministro de Educación expresó que van a ser “inflexibles, con sanciones acordes y ejemplares ante los hechos de esta magnitud. Los alumnos implicados van a ser expulsados de la institución ante esta grave falta. Los alumnos tienen que tener en claro que toda acción tiene sus consecuencias”.

Pasado el susto generado y las respuestas rápidas ante la emergencia, convendría enfocar el asunto en busca de averiguar las causas profundas de lo que sucede. El director nacional de Salud Mental ha dicho que se está viendo cada vez más conflictos en niños y en adolescentes. “Cuando un niño entra a un colegio con un arma ya tuvo derechos vulnerados… tenemos que trabajar para revertir esta situación”, dijo. Cabe recordar, en este sentido, que aunque no hubo episodios recientes de chicos armados en escuelas, sí se registraron situaciones de patoteadas y agresiones que debieron ser analizadas. “Como adultos debemos generar espacios donde se involucren todos los actores: escuela, barrio, padres, sin penalizar ni castigar”, dijo el funcionario, como advirtiendo que la expulsión de dos casos aislados no significaría que se haya resuelto el problema, cuyas causas por ahora se ignoran. Bueno será que se haga realidad la propuesta del representante legal de Educación de que se aborde esto de forma multidisciplinaria “para que no vuelva a ocurrir”.

Comentarios