El argentino Najdorf y sus récords de triunfos en partidas a ciegas aún no fue superado

Increíble historia. Un motivo para recordar el récord son sus condimentos extras.

El argentino Najdorf y sus récords de triunfos en partidas a ciegas aún no fue superado

El argentino Miguel Najdorf jugó contra 45 oponentes en una simultánea con los ojos vendados en una exhibición dada en San Pablo (Brasil) en 1947, ganando 39, perdiendo 2 y haciendo tablas en 4 partidas. Más tarde Janos Flesch (52 partidas) afirmó haber roto este récord, pero parece ser que su exhibición no contó con el control adecuado y no se validó. En noviembre de 2011, el poco conocido maestro alemán Marc Lang rompió el récord de Najdorf, jugando contra 46 oponentes. Lang consiguió una puntuación de 34.5 puntos ganados a 11.5 perdidos: ganó 25 partidas, 19 tablas y perdió sólo 2. Timur Gareyev nació en Tashkent (Uzbekistán) hace 35 años y tiene el Récord Guinness de “mayor número de partidas simultáneas de ajedrez a ciegas”: cuarenta y ocho. La hazaña tuvo lugar los días 3 y 4 de diciembre de 2016 en la Universidad de Nevadas, Las Vegas. Así quedó reflejado en los anales de la célebre franquicia: “El match simultáneo duró 19 horas y 9 minutos (incluyendo una interrupción de media hora causada por una alarma de incendio) y concluyó con Gareyev -quien montó en una bicicleta durante el encuentro- ganando 35 partidas, empatando siete y perdiendo seis, con un porcentaje de victorias del 80,2%. Gareyev eclipsó la marca de 46, obtenida por el alemán Marc Lang en Sontheim-an-der-Brenze, Alemania, el 27 de noviembre de 2011”. Casi 20 horas con los ojos vendados, concentrado en 48 tableros de ajedrez, en 3.072 casillas, con su cerebro pendiente, en un primer momento, de 1.536 piezas.

Pero debemos rescatar el récord de Najdorf por sus condimentos extras. Primero tenía por delante la posibilidad de quebrar un récord mundial que estaba en poder del belga George Koltanowsky, quien había jugado 37 simultáneas a ciegas en Escocia, en 1937. Ya Najdorf había roto ese registro en Rosario, en 1943 (foto), pero no lo homologaron por falta de veedores internacionales; en cambio en San Pablo sí. Un detalle aún más curioso de esta hazaña se produjo cuando un jugador objetó una movida del argentino. El, inmutable, reprodujo la partida jugada a jugada y quedó claro que su contrincante había movido involuntariamente una pieza. Cuando el rival admitió el error el salón estalló en un fuerte aplauso.  

De hecho, su récord fue tan potente que continuó vigente durante 37 años más. Pero si bien consiguió la fama y los créditos, Najdorf no pudo encontrar lo que más deseaba: ningún familiar respondió ante las noticias que dieron vuelta el mundo. “El ajedrez me enseñó a ganar y a perder; y lo digo yo que lo perdí todo. Pero la vida me dio revancha, y mi mejor jugada fue quedarme en la Argentina”, dijo el maestro antes de morir.  Pero “El viejo” como le decían al  argentino sigue teniendo el récord de triunfos a ciegas con 39.

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