Están paradas las obras contra inundaciones en La Madrid

Los trabajos fueron adjudicados por la Nación a una empresa que está en juicio con la Provincia por la caída de un puente en la avenida Colón.

COMO UN ÁREA DEVASTADA. El río Marapa ahora está tranquilo pero los vecinos temen que se despierte rugiente como ocurrió en 2017. COMO UN ÁREA DEVASTADA. El río Marapa ahora está tranquilo pero los vecinos temen que se despierte rugiente como ocurrió en 2017. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

La construcción de un “escudo de protección” del pueblo de La Madrid, en la margen norte del río Marapa permanece sumergida en la incertidumbre. Un litigio judicial entre la Provincia y la constructora Falivene impide por ahora el inicio de los trabajos adjudicados por la Nación a esta empresa.

Así lo confirmó el comisionado comunal Héctor Soria. Este hecho genera enorme preocupación. Los vecinos temen sufrir, en el próximo verano, una nueva inundación por el desborde del Marapa. El riesgo se potenciaría ante la llegada del fenómeno climático El Niño que, según servicios meteorológicos, anticipa para esta región una alta probabilidad de incremento hídrico, luego de tres años de La Niña. Este último, como se sabe, ocasionó lluvias inferiores a lo normal.

Según explicó Soria, tras la adjudicación de los trabajos del “escudo” a Falivene, apareció la demanda que mantiene la Provincia contra la empresa por “una presunta deficiencia en que habría incurrido en la construcción del puente sobre avenida Colón, en el acceso al barrio Manantial Sur”. El viaducto fue construido en 2015 y se derrumbó en septiembre de 2018 cuando lo atravesaba un camión. A partir de entonces la provincia comenzó a investigar las causas de la caída del puente. Este fue anunciado en su momento como “una obra largamente esperada y ejecutada con tecnología de última generación”.

Los trabajos previstos en el Marapa y concesionados a Falivene SRL tenían un presupuesto de $665 millones. El proyecto contempla la construcción de un terraplén con gaviones de piedra, dragado y reencauce de un tramo del sector oeste.

El anuncio de los trabajos había generado optimismo en la población, harta de padecer los desmadres periódicos del río que atraviesa el lugar de oeste a este por el extremo sur. El último anegamiento descomunal se produjo en el 2017. El pueblo quedó tapado por las aguas y las pérdidas que sufrieron los pobladores fueron casi totales. “Estamos al tanto de las previsiones climáticas y eso nos inquieta sobremanera. En los últimos años las precipitaciones han sido bajas y el río no nos generó muchos sobresaltos. Pero ahora se habla de un repunte importante del nivel de agua que va a caer” expuso Soria. “Cuando el comienzo de las tareas en el cauce asomó como inminente, apareció el problema entre la Provincia y la empresa adjudicataria. Ahora queda la posibilidad de que el beneficio se traslade a la firma que la precedió en el concurso de adjudicación. Rogamos que esta situación se defina lo antes posible” apuntó el funcionario.

Prelluvia

Soria dijo que, pese a todo, en el río se han ejecutado trabajos en el marco del programa Prelluvia a cargo de la Provincia. Consistieron “en el reforzamiento de las defensas y el dragado del cauce a fin de que tenga un mejor escurrimiento”. “Sigo de cerca lo que sucede con el proyecto que está en un impasse por cuestiones judiciales. Trato de que la Nación lo destrabe ante la importancia que tiene para la seguridad de miles de personas” dijo Soria.

Entre los lugareños la noticia acerca de la incierta construcción del “escudo” que los protegerá del Marapa también agitó la inquietud frente a los peligros de desbordes que generarían el aumento del nivel de agua de lluvia en el próximo verano. “¿Acaso la provincia no pudo impugnar con tiempo a la empresa que litiga por una supuesta deficiencia en la construcción de un puente que duró apenas dos años?” planteó indignado el vecino Sebastián Gómez.

Desasosiego: “Vamos a tener que volver a vivir con el Cristo en la boca”, dice una vecina

“Teníamos mucho optimismo de que esta vez se iban a hacer los trabajos que necesitamos para vivir seguros, pero aparece esta noticia que nos llena de desasosiego. En el verano vamos a tener que volver a vivir con el Cristo en la boca”, sostuvo por su parte doña Aida Díaz

Niogasta: a la espera de un terreno

En Niogasta también se agita la intranquilidad de los pobladores, golpeados por las recientes salidas de las aguas del río Chico, de cara a la llegada de El Niño. Unas 24 familias perdieron ahí sus casas y hay alrededor de 20 personas que permanecen evacuadas en el Centro de Integración Comunitaria (CIC). El comisionado comunal David Elías dijo que gestiona que la Provincia defina la compra de un terreno en el paraje El Rodeo, ubicado a orilla de la ruta 157, del lado oeste. En ese sitio está prevista la reubicación de las 24 familias que quedaron sin viviendas y en medio de las aguas del río que se ensanchó. “Casi toda la gente está de acuerdo con el sector elegido. Pero la cuestión es que hay quienes se resisten a abandonar el lugar en que vivieron toda su vida y en el que tienen sus animales. Pero aquí prevalece la cuestión de la seguridad. El río es una amenaza seria y puede generar consecuencias impredecibles si tenemos un verano lluvioso” advirtió. Explicó  que el inmueble  elegido tiene algunas cuestiones de papelería  legales que están en vía de resolverse. “Esperamos que los trámites jurídicos se definan lo antes posible”, concluyó.

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