Ni Mirtha Legrand se reconoce en la estatua que le dedicaron

Una creación en metal la inmortalizó en un parque en su ciudad natal, Villa Cañas, pero la escultura no recreó fielmente su rostro.

IRRECONOCIBLE. “No soy yo”, sentenció Mirtha Legrand al ver la figura. IRRECONOCIBLE. “No soy yo”, sentenció Mirtha Legrand al ver la figura.

Primero Marcelo Gallardo, ahora Mirtha Legrand. La moda de estatuas que inmortalicen ídolos populares levantan polémica cada vez que se descubren y exponen a la mirada pública. No es un debate nuevo: cada vez que se inaugura alguna, se reeditan las comparaciones. Sin embargo, con la diva de los almuerzos parece haberse superado un límite: la propia estrella descalificó su representación en un paseo de Villa Cañás, la ciudad donde nació hace 95 años.

El monumento en metal creado por el cordobés Daniel Melero, con ella sentada en un sillón y con las piernas cruzadas, iba a ser habilitado hace un mes, pero se esperó para la celebración de los 121 años de la creación de la ciudad santafesina y los 55 años del inicio de los célebres almuerzos televisivos de la Chiqui. Fue un encargo de la vecina Mariana Molina y de la inauguración participó el intendente Norberto Gizzi.

“Se hicieron dos esculturas: una que es hiperrealista, con su color de piel, textura y el pelo natural, que como es más delicada queda adentro del salón; y la otra que es de metal con una pátina color bronce que queda afuera”, explicó el escultor en Caras.

Famaillá es ejemplo nacional de estatuas de personajes famosos y de las polémicas que se desatan acerca de los parecidos entre las figuras y los reales. Muchos dieron motivo a memes, burlas y risas (la de Lionel Messi sigue siendo lugar pagano de peregrinación para las risas). Sería un triste destino para la imagen eterna de la Legrand, que ya es protagonista de comentarios y burlas en las redes sociales.

En el universo artístico se pueden distinguir entre las figuras alegóricas y las que reflejan una persona (en el fondo, lo que se quiere recrear es su personalidad). Mientras que en las primeras rige la libertad creativa de la interpretación del escultor, las segundas apuntan habitualmente a ser fieles reflejos de su aspecto, con un agregado libre volcado en algún aspecto del conjunto escultórico. Pero la figura (principalmente su rostro y sus proporciones) tratan de ser lo más realistas posibles. En este sentido, por ejemplo, corren con ventaja los trabajos sobre los héroes de la independencia, ya que no existen imágenes sobre ellos sino cuadros (los que son una versión en sí misma). El desafío se potencia cuando ya hay registros fotográficos o fílmicos del homenajeado y más todavía cuando el modelo sigue vivo.

Y si la referente habla, todo debate se anula. “No me gustó, yo no quiero hablar nada en contra de mi ciudad Villa Cañás y de los cañaseños porque sé que es un esfuerzo el que hicieron, pero evidentemente no es el óvalo de mi cara, no soy yo, me veo rarísima”, afirmó la actriz y conductora en la noche del lunes en Polémica en el Bar, el programa de América que conduce Marcela Tinayre. “No sé de dónde salió, tampoco sabía que estaban haciendo una estatua. Voy a preguntar quién fue el escultor o escultora y le voy a decir que realmente esto no me favorece. Es una lástima, no sé qué foto habrán tomado mía”, agregó.

Diplomáticamente, Legrand agradeció la obra, pero su hija fue lapidaria: “¿Qué es ese monstruo que han hecho? ¡Mamá, los dientes, me niego a que esa seas vos! Es horrible”.

En diálogo con Primicias Ya, la Chiqui siguió marcando distancia. “Me mandaron fotos cañaseños. Está José Martínez Suárez, mi hermano, que también era adorado en Villa Cañás. Es muy emocionante y estoy sumamente agradecida por este homenaje. Una pena que no pusieron a Goldy (su hermana melliza Silvia), ella estaba en contacto siempre con muchos miembros de Villa Cañás. La verdad que los tres hermanos éramos muy cañaseños, pero el más ligado fue nuestro amado José”, aseveró.

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