Mundial Sub-20: Corea tuvo su hinchada en Tucumán

Un grupo de alumnos del colegio Presentación de María se reunió en LA GACETA para ver la semifinal con Italia.

TRIBUNA. Los alumnos y profesoras “bancaron los trapos” en LA GACETA. TRIBUNA. Los alumnos y profesoras “bancaron los trapos” en LA GACETA. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO

Al igual que en su momento lo hizo la japonesa, la cultura coreana ha ido echando raíces en la tucumanidad por diferentes vías: por el K-Pop (con exponentes como BTS y Black Pink, entre muchos otros), por la gastronomía, por los manhwas (comics) y en el último tiempo, por la gran cantidad de K-dramas (series) que inunda el catálogo de Netflix y otras plataformas de streaming. Todo eso ha desembocado en un interés cada vez mayor por el idioma coreano, y ha llevado a que, por ejemplo, hoy sea enseñado como una materia más (no opcional) en el colegio Presentación de María, ubicado en Villa Carmela.

Un grupo de alumnos de secundaria de dicha institución asistió a la redacción de LA GACETA para ver el partido del seleccionado surcoreano contra Italia, por una de las semifinales del Mundial Sub-20 que se disputa en nuestro país. Junto a ellos estuvo la profesora Sang Soon Yoon, que por una cuestión de practicidad es más conocida como Elena Suh. Proveniente de Incheon, la tercera ciudad más poblada de Corea del Sur, Elena tiene la virtud de contagiar a los alumnos del entusiasmo por conocer la cultura de su país. Así lo asegura Valeria Díaz, profesora de Derecho, Construcción y Ética del colegio. De hecho, Elena y sus acompañantes llegaron con sombreros, guirnaldas, banderas y todo lo necesario para armar una pequeña tribuna donde predominaba el color rojo de los “Tigres de Oriente”.

Si bien la mayoría de los alumnos son de Villa Carmela, Guadalupe Manservigi (Tafí Viejo) y Ornella Di Micco (capital) eligieron el colegio precisamente porque allí se enseña el idioma coreano. “Le lloré a mi mamá tres días para que me llevara”, confiesa Guadalupe, de quinto año. Ornella, de tercero, lo hace como un regalo a la suya, “que ya no está”.

Italia se puso en ventaja rápidamente con un gol de Cesare Casadei, pero Corea lo igualó con un penal de Seung-Won Lee. Curiosamente, no existe en el fútbol coreano una expresión propia de júbilo: la que se usa es una versión “coreanizada” de ¡fighting! (lucha, en inglés).

Si bien el equipo asiático generó varias chances claras en el complemento, un golazo de tiro libre de Simone Pafundi a pocos minutos del final acabó con la ilusión de volver a jugar una final, como en 2019. El mano a mano por el título será el domingo entre los azurri y Uruguay (venció 1-0 a Israel), pero de todos modos Corea se ganó el aplauso de su hinchada.

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