Cambio de ciclo y nuevos liderazgos

Cambio de ciclo y nuevos liderazgos

Los tucumanos definirán hoy en las urnas más que el futuro institucional de la provincia. La dirigencia de todos los sectores políticos está expectante porque se ponen en juego no sólo los cargos que particularmente puedan ocupar sino también dónde estará el poder en general. El escenario político comenzará a mutar lentamente a medida que se conozcan los primeros resultados del escrutinio provisorio.

El contexto social y económico del país en el que se dan las elecciones no es fácil: hay un descontento ciudadano marcado, abonado por la pobreza, la inflación y la inseguridad, entre otros aspectos. Los artilugios para captar los votos y el sistema electoral tampoco caen bien en la población, todo lo contrario.

Tras una primera etapa de campaña atípica, corta y sosa; la segunda, tras la suspensión de los comicios, fue más enérgica y competitiva. El clima de la jornada electoral llega con la impronta de ese capítulo posterior, con oficialistas y opositores con expectativas comunes y, a la vez, disímiles. Todos quieren hacer una buena elección lógicamente. Las fuerzas mayoritarias saben que tienen más chances de mantener o de alcanzar los espacios que ansían y las minoritarias, pretender mejorar sus performances y eventualmente, crecer o alcanzar en los sitios de representatividad.

En el tablero habrá movimientos, aparecerán nuevos jugadores y habrá otros que concluirán afuera. A esto se suma que se iniciará una transición larga, de cuatro meses, hasta octubre en la que convivirán electos y salientes. En el medio, los tucumanos tropezarán con otras dos campañas electorales, esta vez nacionales: las de las PASO (son en agosto) y las generales (se concretarán en octubre).

Fenómenos que se iniciarán desde hoy

-Cambio de ciclo: entre las pocas certezas que hay es que cambiará el gobernador. Juan Manzur dejará el puesto tras dos gestiones (fue electo en 2015 y reelecto en 2019). Naturalmente y, más allá de los resultados, esto implica un cambio de ciclo político dentro del oficialismo provincial. Si es que su espacio gana y también si no lo hace. El eje del poder comenzará a inclinarse. El plan original del manzurismo en la provincia era lograr la vicegobernación y “resistir” en la Legislatura y en los municipios afines. Con la posibilidad de la Cámara truncada por la Corte (porque no sería lo mismo que esté o no Manzur) queda un plan B: Manzur en el Senado. Para ello, debería pedir su banca a Pablo Yedlin ¿Se la cederá? No hay seguridad al respecto, sobre todo por la gestión y el rol que el senador viene llevando adelante. La expectativa que sigue vigente es la nacional. En el kirchnerismo seguirán con atención el conteo de Tucumán. De hecho, Manzur no concurrió a la última reunión de gobernadores peronistas, dicen en la Casa de Gobierno, de retomar vínculos y de reposicionarse dentro del grupo de mandatarios y en la coalición gobernante con el resultado de los comicios en el bolsillo.

Manzur habría desalentado diplomáticamente, además, la presencia de figuras nacionales durante la campaña, inclusive, la del propio Presidente que intentó venir para visitar obras. La idea era cumplir con “blindar Tucumán” y que la debacle de la gestión de Alberto Fernández no tuviese un impacto negativo en la campaña. Trascendió en los pasillos del Ejecutivo que, dependiendo de los resultados, Alberto Fernández podría llegar recién el lunes a la provincia.

En el peronismo son conscientes de que, si llegan a la gobernación, los meses hasta el traspaso serán complejos. Apuestan a que la convivencia interna en el justicialismo siga en paz porque saben que no hay margen para internas en la antesala de un posible recambio. Además, hay elecciones nacionales en el medio y consideran que la oposición podría tener ventajas por cómo están soplando los vientos nacionales. Esperan, también que la situación del país no empeore porque si eso sucede, asumir la administración en un contexto peor que el actual sería de una dificultad suprema.

¿Y si pierden? También todo se modificaría en el PJ. Si es electo un opositor, los cambios serán más pronunciados y hasta históricos, teniendo en cuenta la historia reciente de los comicios locales.

En el Municipio capitalino hay una situación similar. También habrá un nuevo intendente el domingo por la noche y, con los resultados, comenzará a redefinirse el plano político.

-Liderazgos: tanto en el oficialismo como en la oposición, se sabe que los votos son los que fortalecen o debilitan a los dirigentes adentro y afuera de sus armados. En los espacios mayoritarios se está dando una coyuntura similar: se están comenzando a configurar nuevos líderes y es altamente probable que esas posiciones queden ratificadas en el recuento de sufragios.

¿Cómo sobrellevarán el vínculo los que queden consagrados como jefes políticos con los que pueden estar en retirada? Todo está por verse.

-El futuro de Manzur: sin dudas es una de las grandes incógnitas pendientes. En el PJ están a la espera porque escucharon a Manzur decir en más de un acto en los últimos días que el 11 a la noche revelaría cuál sería su destino ¿A qué se refiere? Pocos son los que arriesgan respuestas, porque el gobernador es hermético. Parte de sus adherentes, afirman que si gana el oficialismo, él estará en la lista de vencedores nacionales del FdT. Estuvo en la fórmula y fue el jefe de campaña, por lo tanto, podrá llevar esa carta a la Nación. Afirman que será senador y que, en Buenos Aires, forjará rápidamente su participación en las elecciones nacionales. Otro sector del oficialismo, menos cercano a él, cree que los datos fácticos señalan que desde octubre Manzur quedará en el llano. Ahora, consideran, no tendrá tiempo para meterse en la compulsa federal donde otros gobernadores han ganado terreno ¿Guarda Manzur una carta? “Manzur siempre tiene un plan”, comentan en el justicialismo.

-Las PASO: como ya habíamos mencionado en esta columna, los resultados de hoy serán la base con la que se negociarán las listas de diputados (se renuevan cinco bancas de Tucumán) y de parlamentario del Mercosur. De acuerdo con el cronograma nacional, el miércoles 14 vencerá el plazo para el reconocimiento de alianzas y el lunes 26 será el tiempo límite para la presentación de listas de precandidatos ante las juntas partidarias. Si bien dependerá cómo se armen las patas nacionales de los frentes y partidos, los posicionamientos que se den en estos comicios serán clave. En los mayoritarios hay algunas cuestiones que dan por descontadas sus dirigentes: en el FdT habrá una lista única y en JXC podrían competir al menos dos.

Los tucumanos que concurran a votar, entonces definirán más que el destino de la provincia.

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